Cuando Aidee Olmos asumió el puesto de directora de sustentabilidad corporativa de HSBC México y América Latina, en 2020, su área estaba enfocada en la filantropía y responsabilidad social. Con el paso del tiempo, transformó el su equipo a contener tres ejes: apoyo comunitario, finanzas sostenibles y operaciones sustentables.

Ya para el 2022, HSBC a nivel grupo estableció un modelo operativo en el que se definió que la sostenibilidad sería la clave en todas las líneas de negocios y funciones. De esta manera, el área dirigida por Olmos comenzó a agrupar acciones de filantropía, como también se convirtió en un centro de excelencia, responsable de la estrategia y política de ESG (medio ambiente, social y gobierno corporativo) y la comunicación interna y externa de los esfuerzos de todo el banco.

El banco actualmente cuenta con tres pilares de sostenibilidad. En primer lugar, ser un banco cero emisiones, tanto en las operaciones y cadenas de servicios para el 2030, como también en el portafolio de emisiones financiadas para el 2050. Así, han anunciado que dejarán de financiar nuevos proyectos de industrias contaminantes, como el del gas y petróleo.

“Creamos el proyecto ‘Un plan de negocios para el planeta’ donde definimos qué producto estamos creando, qué esperamos de los CEOs de las empresas y más”, dice Olmos. “La parte comercial dio a conocer cuáles nuestro apetito por los sectores altamente contaminantes. No estamos diciendo que vamos a salir de esos sectores, sino que buscamos una transición”, añade.

Luego, han entrado directamente a la inversión de innovación. Cuentan con fondos específicos que impactan a la infraestructura y tecnologías limpias, pero también en aquellas soluciones basadas la naturaleza, como por ejemplo, un proyecto de filantropía de recuperación de manglares para apoyar la captura de CO2.

Finalmente, buscan apoyar clientes a reducir sus emisiones de carbono. Se comprometieron en brindar entre US$ 750 billones y US$ 1 trillón en financiamiento sustentable e inversión para el 2030, aumentar el portafolio de soluciones y aplicar los criterios de ESG en las decisiones de financiamiento.

– Respecto a la transición: ¿transición hacia qué? ¿A invertir en industrias más sostenibles o a ayudar a que estas empresas contaminantes sean más sostenibles?

– La respuesta es sí a todas. Vamos a proveer a nuestros clientes una serie de productos que resuelvan sus necesidades de financiamiento para proyectos de ESG. Adicional a eso, trabajaremos en conjunto para bajar las emisiones.

¿Y cómo hacemos esto último? Teniendo planes de transición. Básicamente definir el plan de sostenibilidad en el corto, mediano y largo plazo y crear metas creíbles y alcanzables. Al final de cuentas, no queremos que las empresas digan “sí, lo vamos a hacer en algún momento”, sino que haya un seguimiento.

En el caso de las grandes empresas, aparte de las líneas de financiamiento y de crédito, hemos comenzado a apoyarlos a crear un plan de transición para la sostenibilidad. No solo a financiar sus proyectos actuales, sino que piensen cómo pueden, dentro de sus propios servicios y productos, cumplir con estándares internacionales.

Con otros clientes, hemos realizado cuestionarios sobre el estado de sostenibilidad para conocer nuestro portafolio. Así, cuando aumentemos nuestra capacidad de financiamiento, podamos aportar a que incluso los sectores con mayores emisiones se descarbonicen. No es que no queremos trabajar con ellos, sino que la forma de hacerlo son bajo estas ciertas características y basados en estándares internacionales.

– Hablemos de largo plazo, ya que la inversión en ESG es invertir en el futuro. Pero tradicionalmente los inversionistas prefieren ingresos rápidos. ¿Cómo hacen para competir con otros bancos o fondos de inversión y convencer a sus propios inversionistas que el camino es invertir en ESG?

– Para invertir en el futuro debemos actuar ahora y eso no significa vender el financiamiento verde como una opción más barata, ya que esa no es la realidad. Cuando alguien toma un financiamiento verde con nosotros, lo convencemos a través de sus beneficios principales.

El primero es lo reputacional. Esto permitirá a pequeñas, medianas o grandes empresas ser atractivas para los inversores. Hoy en día, existen los ratings de auditores en temas financieros, pero también de las prácticas de sostenibilidad.

Por otro lado, es importante decir a los clientes deben desarrollar iniciativas de ESG no solo en sus operaciones, sino también en su cadena de valor para tener un plan sostenible en conjunto. 

También, zapateros a tus zapatos, como decimos en México. Como banco vamos a atender las necesidades financieras, pero informamos sobre organizaciones como las consultoras, quienes apoyan a construir planes de sostenibilidad.

– ¿Cómo involucran a los empleados y otros stakeholders en la acción sostenible?

– Mes a mes, tenemos un foro en el que juntamos cada una de nuestras líneas de negocio, incluyendo las áreas de operaciones y administración para revisar nuestras estrategias de ESG. Por ejemplo, a través de uno de estos foros creamos una alianza con una multinacional para que el 70% de la luz que consumimos provengan de una fuente renovable.

Adicionalmente tenemos un foro verde para los empleados para que nos apoyen a crear ideas para llegar a nuestro objetivo de cero emisiones como institución, como también generar esa consciencia entre los colaboradores.

Pero no solo queremos liderar con los esfuerzos de HSBC, sino colaborar en la conversación de cómo combatir el cambio climático a nivel global. Entonces trabajamos como un centro de excelencia internacional y en las regiones contamos con expertos que proveen información a los banqueros. Por ejemplo, tenemos directores de cambio climático, encargados de investigación en ESG, analítica y estrategia de finanzas sostenibles, que se dedican a las asociaciones comerciales y no comerciales.

– ¿Cómo se aseguran a no caer en el greenwashing?

– A nivel regional buscamos replicar esta estructura global y ser el filtro para HSBC frente a cualquier situación de riesgo al ESG. Entonces, nuestra gobernanza es muy fuerte en este tema, porque, a diferencia de otras instituciones, tenemos una gobernanza independiente. 

No usamos una normativa y la pintamos de verdeTenemos una normativa independiente para la evaluación de las características del producto, también tenemos una gobernanza aparte a través de un foro en el cual participa un grupo interdisciplinario de personas, como el equipo de riesgos reputacionales y de finanzas sostenibles, para determinar si una transacción es verde o no. 

Eso nos da la confianza de que las transacciones de HSBC sean verdes, ya que están respaldados y auditados con una gobernanza muy fuerte. 

– Es interesante el tema de comité de gobernanza para evitar el greenwashing. ¿Lo tienen también en otras áreas del banco, como en temas sociales de género o de transparencia?

– Desde el análisis del crédito y el onboarding de nuestros clientes tenemos procesos miden los riesgos que algunas transacciones podrían traer a la sostenibilidad y riesgos climáticos 

También contamos con un área de recursos humanos con grupos ágiles internos que nos permiten tener este balance entre las diversas generaciones, habilidades, orientación sexual, género y discapacidades. 

Y finalmente contamos con políticas de conductas, con criterios de ESG, definidas para la gobernanza corporativa, comités ejecutivos y consejos.

– ¿Cuál es el papel de la tecnología en la aplicación de los objetivos de ESG?

– Es súper importante. Vamos a tener problemas por nuestra dependencia en los computadores que tienen emisiones y tendremos que trabajar en estos offsets, pero por el momento la tecnología trae muchos beneficios.

Por ejemplo, para la parte de retail del banco, utilizamos la tecnología en las sucursales para ser más eficiente en el uso del papel, creamos aplicaciones para que el cliente no tenga que ir a una sucursal y estamos generando herramientas de cálculo de emisión de carbono tanto para las sucursales, como también de nuestros clientes.

Pero creo que la parte más ambiciosa es que estamos invitando a la tecnología que aún no conocemos y que nos permitirán cambios drásticos en algunos sectores. Así, estamos invirtiendo en esa tecnología.

Tampoco hay que dejar de lado las soluciones basadas en la naturaleza. Al final de cuenta, no necesitas un robot para invertir en la relación con la naturaleza: recuperación de ríos, bosques, de flora y fauna. No estamos hablando de filantropía, sino de proyectos que realmente tengan un impacto económico y en la naturaleza. 

Regulación

Durante la tercera semana de marzo, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gabriel Yorio, presentó la Taxonomía Sostentable, una herramienta para identificar y definir actividades con criterios positivos en el medio ambiente y la sociedad, siguiendo algunos estándares internacionales. HSBC fue parte del grupo de trabajo desde el inicio, como también la ejecutiva está impulsando en otros países de la región para que también puedan crear este tipo de taxonomía.

– ¿Cómo está de avanzado el tema de las leyes de reporte de ESG en México?

– Está bien poco avanzado. La socialización de la taxonomía verde va a impulsar un poco más la regulación. Lo único que tenemos ahora son algunas normativas ambientales y economía circular, pero aún falta más de fuerza en el tema de auditoría. 

– ¿Qué aspectos de ESG aún cuesta cumplir en HSBC?

– Difícilmente vas a sacarte un 100, ya que la regulación siempre va avanzando. Pero estamos actualizando constantemente políticas, manuales y procesos para alinearlos a los nuevos estándares internacionales. 

Por otro lado, el reto mayor es la transparencia. Es un tema difícil para todos, ya que la estructura organizacional no da para tener un equipo enorme para reportar todo sobre ESG. Por ejemplo, en HSBC hacemos un reporte de ESG a nivel global con información de las regiones. Pero actualmente, los gobiernos de América Latina están pidiendo mayor divulgación. Entonces, vamos a empezar a ver más información de ESG en nuestras páginas web y en apartados de reportes financieros, donde mostraremos algunos de los resultados de las iniciativas. 

Otro reto está en crear un ecosistema en el país donde todos reportemos de la misma forma ya que, como sabes, México y Latinoamérica no tienen un estándar. Esto no nos dificulta a nivel grupo, ya que reportamos acciones internas tanto en la parte de apoyo a la gente, finanzas sostenibles, la transición, la parte comunitaria y otros, pero a nivel región yo creo que el mayor desafío es contar con información suficiente para reportar mejor.

– ¿Qué se viene para HSBC en términos de ESG?

– No solamente como grupo, sino también para Latinoamérica, debemos seguir trabajando con nuestros clientes para alcanzar la meta de emisiones financieras y huella de carbono como institución.

Definitivamente queremos ser un líder muy vocal sobre los temas de sostenibilidad y crear alianzas con otras asociaciones. En la sostenibilidad necesitamos alianzas para llegar a nuestros objetivos, que es no subir más de 1,5 grados, algo que no vamos a lograr solos.

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