El informe de septiembre de 2023 del Chief Economists Outlook, publicado por el Foro Económico Mundial, arroja luz sobre las perspectivas económicas y los desafíos que enfrenta América Latina en el próximo año. Mientras el mundo se prepara para el 2024, la región se encuentra en un escenario caracterizado por la “volatilidad”, según los expertos.
El informe señala que la economía global se debilitará en el próximo año, una tendencia que también podría afectar a América Latina. La incertidumbre juega un papel importante en esta predicción, al igual que lo hizo cuando se publicó la edición de mayo. Si bien los temores de una recesión global están disminuyendo, las preocupaciones aumentan en torno a la economía china, que recientemente experimentó una fase de deflación.
Uno de los factores clave que contribuirán a la volatilidad económica en la región será la geopolítica. Nueve de cada diez economistas encuestados creen que las tensiones geopolíticas generarán inestabilidad económica en el próximo año. Además, los problemas políticos internos, como las elecciones y las tensiones políticas, también podrían aumentar la volatilidad económica en América Latina.
En cuanto a las perspectivas económicas regionales, se observa una “creciente divergencia en las perspectivas de crecimiento en todo el mundo”, según el informe. Asia, y en particular el sur de Asia, se destaca como la región con las perspectivas de crecimiento más sólidas. Sin embargo, las expectativas sobre China han disminuido significativamente debido a problemas como la deflación y la fragilidad en el mercado inmobiliario.
En contraste, las perspectivas para la economía de Estados Unidos han mejorado notablemente desde mayo, con alrededor del 80% de los encuestados esperando un crecimiento fuerte o moderado en este año y el próximo. Europa, por otro lado, enfrenta un crecimiento débil en 2023, pero podría experimentar cambios notables en 2024.
En lo que respecta a la inflación, se espera que la peor parte de la oleada inflacionaria global disminuya en un año. En la región, esto podría influir en las políticas monetarias, con una posible desaceleración en el aumento de las tasas de interés.
Es importante tener en cuenta que América Latina enfrenta desafíos únicos, y las condiciones económicas y políticas varían de un país a otro en la región. Además, las tensiones geopolíticas y las condiciones financieras ajustadas podrían obstaculizar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en la región.
Mientras América Latina se prepara para el 2024, se enfrenta a un panorama económico marcado por la volatilidad y desafíos complejos. La región tendrá que navegar cuidadosamente estos factores para impulsar un crecimiento económico sólido y avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.