
Se estima que las reservas del "triángulo del litio" serian suficientes para impulsar la transición energética de la región.
Argentina, Bolivia y Chile estarían dispuestos a elaborar un documento para lograr un acuerdo que ayude a determinar el precio del litio, según un reporte de la Agencia EFE.
Los tres países, que cuentan con grandes reservas del mineral, buscarían promover una “OPEP del triángulo del litio”, fijando un acuerdo sobre su valor frente a la volatilidad del precio del mineral, basados en la alianza de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que fija niveles de producción para influir en los precios del barril de crudo. De acuerdo con el reporte, a fines de mayo de 2021, el costo de la tonelada de litio estaba alrededor de los 9,720 dólares, mientras que actualmente se encuentra rondando los 73 mil dólares.
El acuerdo, además de coordinar precios y flujos de producción, establecería buenas prácticas para desarrollar la industria de manera sustentable, con un crecimiento científico y tecnológico.
Argentina, Bolivia y Chile cuentan con cerca del 65% de los recursos mundiales del mineral. Si el “Triángulo del Litio” logra ponerse de acuerdo, podrían influir en Australia, primer productor mundial, para converger el precio.
Si bien esta negociación se viene llevando a cabo desde julio, los ministros de Exterior de los tres países esperan que la redacción del documento de acelere con motivo de las dos reuniones de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebrarán la próxima semana en Buenos Aires, Argentina.
El litio es llamado el «oro blanco» del siglo XXI, ya que es un mineral estratégico para el desarrollo de la industria automotriz eléctrica en Latinoamérica. Pero sus yacimientos están en salares, que son cuencas hidrográficas que están situadas en territorios áridos donde el recurso estratégico es el agua. En estos lugares, el acceso al agua es clave para las comunidades locales, la flora y la fauna, es por ello que el impacto de esta industria en los territorios todavía preocupa por sus posibles consecuencias socioambientales.