
Los especialistas consideran que ha habido un aumento drástico en casos de cáncer en gente joven desde inicios de 1990.
El incremento en la incidencia de cánceres a temprana edad ha puesto a trabajar a científicos y especialistas de todo el mundo, quienes se encuentran recopilando información para determinar si estamos ante una epidemia global emergente.
Un estudio recientemente publicado por Nature Reviews Clinical Oncology explica que investigadores del Brigham and Women’s Hospital en Boston, Massachusetts, consideran que hubo un aumento “drástico” en casos desde inicios de 1990, que incluyen una amplia variedad de diagnósticos como cánceres de mama, esófago, hígado, riñón, páncreas, médula ósea y próstata, entre otros.
Uno de los factores influyentes en esta detección oncológica temprana es el aumento de las revisiones médicas, pues los programas de prevención del cáncer vienen recibiendo mucha atención del público en los últimos años. Lamentablemente, los investigadores no pueden medir con precisión qué proporción del total de enfermos se atribuye a la detección temprana. Sin embargo, afirma el estudio que “es poco probable que aumente la incidencia de todos los 14 tipos de cáncer analizados debido únicamente a la mejora de las pruebas de detección”.
Según los datos observados en el estudio, existe algo llamado “efecto de cohorte de nacimiento”. El científico Shuji Ogino detalló que esta muestra indica que un grupo de individuos nacidos en un año determinado tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida, probablemente debido a los factores de riesgo a los que estuvieron expuestos en su infancia o juventud.
Adicionalmente, existen factores que podrían incentivar la aparición de la enfermedad, entre ellos el consumo de alcohol, la falta de sueño, el tabaquismo, la obesidad o una mala alimentación. Finalmente, los investigadores recomiendan llevar a cabo más estudios sobre exposición de estos riesgos en la infancia y la juventud y sus implicaciones en diferentes tipos de cáncer.