
Durante décadas, las cajas negras han servido para dar a conocer el origen de accidentes aéreos, de trenes, barcos y hasta de naves espaciales. A partir de la fecha, la inclusión de esta herramienta será obligatoria también en todos los modelos de automóviles comercializados en la Unión Europea, como medida para reducir la cantidad de víctimas de accidentes de tránsito.
De la misma manera como ocurre en otro tipo de vehículos, la caja negra de los autos registrará las circunstancias en los segundos previos a un accidente: la velocidad, los movimientos de la dirección, la posición final del acelerador, el funcionamiento de los cinturones de seguridad, problemas técnicos, o detalles relacionados a la pericia del conductor, entre otras cosas. Además, la nueva normativa exige también un limitador de velocidad que avisará al conductor cuando sobrepase el límite permitido. Todo esto, más allá de servir como datos para las autoridades en caso de un siniestro, también ayudará a entender los accidentes de tráfico con el fin de evitarlos en el futuro. Según la Unión Europea, esto permitirá reducir el número de fallecidos y heridos graves en accidentes automovilísticos al 2038.
La caja negra estará ubicada debajo del asiento del piloto, atornillada al chasis. Ahí, grabará todos los datos significativos que irán desapareciendo de no suceder ningún accidente mayor. En caso de siniestro vial, la caja guardará información de los 30 segundos previos y hasta 5 posteriores. Cabe resaltar que la información que almacene la caja negra se irá borrando de forma periódica y en ningún caso registrará datos personales del conductor, los pasajeros o el vehículo.
Esta regla aplica a los nuevos modelos de vehículos y, a partir del 7 de julio de 2024, a todo carro nuevo que se comercialice en Europa. Si bien aún no hay eco sobre la materia en Estados Unidos o Latinoamérica, es posible que resulte ser una iniciativa replicable en nuestros países.