El pasado sábado, un grupo de exalumnos del colegio Franklin Delano Roosevelt, en Lima, Perú, se reunió para celebrar su clásico Alumni Luncheon, un almuerzo de camaradería lleno de risas, anécdotas y recuerdos, en el cual SIMALCO participó como patrocinador oficial.
El encuentro, organizado por el FDR Alumni Association, fue una oportunidad para reunir a antiguos compañeros que no se habían visto en muchos años, especialmente después de la pandemia. Algunos de los asistentes viajaron desde sus lugares de residencia para ver a los amigos con los que compartieron años escolares, y la emoción se podía sentir en el aire. Al llegar al colegio, los exalumnos se abrazaron y saludaron efusivamente, poniéndose al día con respecto a las historias de sus vidas. Se estima que participaron alrededor de 500 exalumnos de más de 50 promociones.
Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue cuando el superintendente Kerry Jacobson recorrió junto a un grupo de exalumnos los nuevos espacios del campus de Camacho.
“Cada año me impresiona mucho la gran participación de exalumnos de todo el mundo. Este año, la sorpresa fue aún mayor ya que las dificultades de la pandemia están disminuyendo y las advertencias de viaje a Perú aún están frescas. ¡Qué bendición tan maravillosa es esta reunión!”, dijo Jacobson.
En el almuerzo hubo un buffet de comida criolla típica que deleito a todos, especialmente a aquellos que volvían al país después de muchos años. También hubo un DJ que tocó música de las últimas décadas y, para cerrar la fiesta, una “hora loca” llena de color.
“Creo que los estudiantes que asisten al Roosevelt crecen entendiendo (y realmente apreciando) que están creciendo en una comunidad muy única. Esa comunidad internacional y diversa forma vínculos de maneras que no son iguales a los lazos familiares o tradicionales de la comunidad” explica Jacobson. “La singularidad del Roosevelt también está respaldada por un compromiso genuino con el éxito de los demás. Este rasgo fomenta grandes logros entre los graduados y fortalece los lazos entre ellos. Dondequiera que vayan los exalumnos, piensan en los aspectos formativos del Colegio Roosevelt y lo consideran su ‘hogar’”.
Mantener la amistad con nuestros compañeros de colegio puede ser una tarea desafiante en ocasiones, especialmente a medida que nuestras vidas se llenan de otros compromisos y responsabilidades. Sin embargo, tener amigos de la infancia también puede ser una fuente de inspiración y motivación en nuestras carreras y en la vida en general. Las reuniones de exalumnos son una oportunidad maravillosa para reconectar y reavivar esas amistades, ayudándonos a mantenerlas incluso después de muchos años.