
De acuerdo con un estudio realizado en África, la próxima variante podría ser tan devastadora como el virus inicial del 2019.
Un estudio del Africa Health Research Institute revela que el patógeno del COVID19 podría seguir mutando. De acuerdo con los resultados, la nueva variante podría ser más grave y causar más muertes que la cepa ómicron.
Esta investigación, liderada por Alex Sigal, aún no ha sido revisada por pares y se basa en el estudio de laboratorio de una persona inmunosuprimida con VIH. Los resultados después de un seguimiento de seis meses demostraron que el virus evolucionó para volverse aún más fuerte, lo que indicaría que esta nueva cepa podría ser más contagiosa y peligrosa que las antecesoras. De acuerdo con los resultados, los niveles patológicos aumentaron hasta volverse similares a la primera versión de COVID19 que estalló a finales del 2019 en Wuhan, China.
De acuerdo con Sigal, las variantes del virus, como beta y ómicron, pueden haber evolucionado en personas inmunodeprimidas. Debido al largo tiempo que les toma a estos individuos librarse de la enfermedad, el virus suele mutar y mejorar en la evasión de anticuerpos. El estudio concluye que esto “puede indicar que la evolución del SARS-CoV-2 en la infección a largo plazo no tiene por qué resultar en una atenuación para varias personas”.
En la actualidad, hay gran preocupación por la subvariante BQ1 que tiene un alto poder de contagio. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, esta subvariante ya está presente en 65 países que han visto un aumento de infectados, entre ellos, China que ha retomado el confinamiento en ciudades como Shijiazhuang y Guangzhou. En Latinoamérica, Bolivia ha sido el único país hasta la fecha que ha reportado casos de esta variante. De acuerdo con reportes publicados, el gobierno boliviano informó que las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 están circulando en La Paz desde los primeros días de noviembre y en Santa Cruz desde octubre. Asimismo, indicó que los casos positivos se incrementaron en un 53% en una semana.