La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó sobre el aumento de la brecha de género en materia de inseguridad alimentaria en Latinoamérica. Según el informe “La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios”, presentado en la sede mundial de Roma, la brecha entre hombres y mujeres en la región se amplió hasta el 11,3%, muy por encima de la media mundial. Este aumento se debe principalmente al empeoramiento de la situación en Latinoamérica, la región más desigual del mundo y donde viven más de 640 personas, de acuerdo a la FAO.
El informe también indica que la brecha de género global aumentó del 1,7% en 2019 al 4,4% en 2021, y que abordar las desigualdades de género en los sistemas agroalimentarios y empoderar a las mujeres reduce el hambre, estimula la economía y refuerza la resiliencia ante crisis tales como la crisis climática y la pandemia.
Según la FAO, la igualdad de género en la producción agrícola sacaría de la inseguridad alimentaria a 45 millones de personas que se encuentran en esta situación y aumentaría el producto interior bruto (PIB) global un 1%.
En cuanto a la fuerza laboral, el documento apunta que las mujeres constituyen el 36% de los trabajadores del sistema agroalimentario en Latinoamérica, pero esa proporción está aumentando en las zonas rurales debido a una mayor emigración hacia las ciudades, que es especialmente masculina.
El peso de las mujeres en la fuerza laboral varía, sin embargo, de manera sustancial entre países: mientras que las mujeres representan el 54% de los trabajadores del sistema agroalimentario, en Bolivia, en Colombia y en Ecuador apenas suponen el 8%, el 6% y el 3%, respectivamente.
El estudio de la FAO destaca que abordar las desigualdades de género en los sistemas agroalimentarios es fundamental para erradicar el hambre y la pobreza, especialmente en regiones como Latinoamérica, donde la situación de las mujeres es especialmente precaria.
En este sentido, la FAO llama a tomar medidas concretas para empoderar a las mujeres en el ámbito rural, mejorando su acceso a la educación, la tecnología y los recursos productivos, así como fomentando su participación en la toma de decisiones y la creación de redes de apoyo.
El informe de la FAO subraya la importancia de incluir a las mujeres en la agenda global de desarrollo sostenible, reconociendo su papel fundamental en la producción de alimentos y en la construcción de un mundo más justo y equitativo.