El arte creado por inteligencia artificial (IA) ha dado lugar a un debate en curso sobre su validación en la esfera cultural y, más recientemente, en la industria de la música. La canción “Heart on My Sleeve”, generada por una IA y atribuida al creador anónimo Ghostwriter, ha desencadenado un intenso diálogo sobre si dicho trabajo merece ser considerado para los prestigiosos Premios Grammy.
Los Premios Grammy han modificado sus directrices para abordar este dilema, estableciendo que las obras generadas por IA pueden ser aceptadas si la autoría humana es “significativa y más que mínima”, y si esta contribución humana es relevante para la categoría en la que se inscribe la obra. En el caso de “Heart on My Sleeve”, que empleó IA generativa para emular las voces de reconocidos artistas como Drake y The Weeknd, la Academia de Grabación ha declarado que puede considerarse elegible debido a que fue escrita por un ser humano.
Este veredicto ha avivado el debate sobre la autenticidad y el mérito del arte generado por IA. Aunque algunos argumentan que el componente humano en la creación es esencial, otros sostienen que la IA, al igual que otras técnicas artísticas como el sampling en el hip-hop, es una forma válida de expresión creativa. La canción en cuestión, a pesar de su origen controvertido, ha llamado la atención sobre las posibilidades de la IA en la música, incluida la propuesta de una plataforma que permitiría a los artistas licenciar sus voces para su uso en creaciones de otros, sin su participación activa.
Harvey Mason, el director ejecutivo de la Academia de Grabación, ha declarado a Europa Press que la IA seguirá desempeñando un papel importante en la industria musical y que ignorar su influencia no es una opción viable. Este episodio plantea cuestiones fundamentales sobre la evolución del arte en la era de la tecnología, provocando discusiones sobre qué constituye la verdadera creatividad y quién merece el reconocimiento en la música y otras formas de expresión artística en un mundo cada vez más impulsado por la IA.