La automatización impulsada por la inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el panorama laboral, pero la evaluación precisa de su impacto sigue siendo un desafío. Según un informe reciente del Foro Económico Mundial sobre los empleos del mañana, la IA tiene el potencial de automatizar tareas rutinarias y repetitivas, pero la complejidad del pensamiento crítico y las capacidades analíticas presenta obstáculos significativos para su total automatización. Sin embargo, la IA puede ser un aliado en la mejora de la eficiencia y productividad en ciertos campos.
Automatización: ¿Qué empleos corren mayor riesgo?
El informe destaca que empleos como autorizadores de créditos, verificadores y empleados rutinarios enfrentan el mayor riesgo de ser absorbidos por la IA, con un 81% de sus tareas consideradas automatizables. Le siguen teleoperadores, asistentes estadísticos y cajeros de banco. Las tareas lingüísticas son particularmente vulnerables, con un 62% de las tareas susceptibles a la automatización mediante grandes modelos lingüísticos (LLM) como ChatGPT.
Aumento de empleos mediante IA
Si bien la IA no puede reemplazar completamente el pensamiento crítico, puede proporcionar asistencia significativa. Profesiones como suscriptores de seguros, bioingenieros e ingenieros biomédicos, matemáticos y editores son propensas a ver un aumento en la productividad gracias a la colaboración con LLM. Tareas que requieren razonamiento abstracto y la interacción con las personas son especialmente destacadas como candidatas para el aumento mediante IA.
Empleos que involucran un alto nivel de interacción personal, como profesionales de la salud, profesores y directores de recursos humanos, parecen menos susceptibles a la automatización. Además, trabajos centrados en la actividad física, como peones, peluqueros y trabajadores agrícolas, presentan menos riesgo de ser automatizados.
Industrias más expuestas a la automatización
El informe señala que los servicios financieros, tecnologías de la información y comunicaciones digitales, así como la industria de los medios de comunicación, el entretenimiento y el deporte, son los sectores más expuestos a la automatización. Sin embargo, se destaca que esta exposición no necesariamente resultará en la eliminación de empleos, sino en cambios en la naturaleza del trabajo.
Ante estos desafíos, el informe del Foro destaca cuatro recomendaciones clave:
- Desarrollo de una mano de obra adaptable: Se subraya la importancia de programas de formación que combinen conocimientos de inteligencia artificial con habilidades humanas esenciales como la creatividad y el pensamiento estratégico.
- Colaboración entre gobiernos y empresas: La anticipación de los cambios y la creación de sistemas y procesos adecuados son fundamentales. La colaboración facilitará transiciones laborales cuando sea necesario.
- Actualización de la legislación laboral: La legislación debe adaptarse continuamente para reflejar la evolución del trabajo, incluida la reimaginación de las redes de seguridad social y la dirección de problemas de desigualdad de ingresos.
- Inversión en sistemas educativos: Los planes de estudio deben ajustarse a la era de la IA, fomentando el aprendizaje continuo. Además, se destaca la importancia de hacer que las oportunidades educativas sean accesibles y asequibles para todos.
A medida que la IA impacta el empleo, es esencial abordar estos desafíos con una perspectiva integral. La colaboración entre sectores, la adaptabilidad de la fuerza laboral y la inversión en educación son claves para aprovechar los beneficios de la automatización mientras se mitigan sus impactos negativos. El cambio es inevitable, pero la preparación y la colaboración pueden allanar el camino hacia un futuro laboral más sostenible y equitativo.