A pesar de que la digitalización está configurando el futuro del dinero, la confianza triunfa sobre la eficiencia, ya que el dinero tradicional respaldado por bancos centrales y alojado en bancos comerciales seguirá siendo dominante, a pesar de la fragmentación del panorama monetario, según un reciente informe de Moody’s.
El informe destaca que muchas de las nuevas soluciones de pago respaldan el uso del dinero de los bancos tradicionales. Las billeteras digitales, por ejemplo, se espera que apoyen el dominio del dinero de las entidades comerciales, ya que las cuentas bancarias continúan siendo la principal fuente de monedas digitales.
Sin embargo, existe la preocupación de que los monederos digitales puedan amenazar los ingresos de los bancos al excluirlos del proceso de transacción. Aunque los depósitos tokenizados mantendrán una relación similar con los bancos comerciales, otras formas de activos tokenizados aún no han demostrado su viabilidad.
En cuanto a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), se consideran la forma más segura de dinero digital. Prometen beneficios en términos de inclusividad y facilidad de pago, especialmente en transacciones transfronterizas. Sin embargo, las complejidades técnicas y políticas dificultan su adopción. Además, se espera que la mayoría de las CBDC sean intermediadas, lo que mantendrá el papel relevante de los bancos comerciales.
El informe también evalúa las criptomonedas y las stablecoins. Las primeras, a pesar de existir durante más de una década, aún no cumplen plenamente las funciones básicas del dinero. Aunque ofrecen disponibilidad y transferibilidad las 24 horas del día, así como programabilidad, su volatilidad, altas comisiones por transacción, bajo rendimiento y problemas de experiencia del usuario contrarrestan estas ventajas.
En cuanto a las segundas, se les atribuye un conflicto de intereses inherente debido a que sus operadores están incentivados a invertir en activos de mayor riesgo para aumentar sus ingresos. Aunque se espera un modesto aumento en su uso, el informe muestra escepticismo hacia ellas.
A pesar de los avances en el panorama monetario, el informe concluye que aún no ha habido proyectos exitosos de dinero digital emitido por empresas privadas, y es probable que muchos países no les permitan operar a gran escala. El panorama monetario sigue en desarrollo y su evolución continúa siendo objeto de estudio.