“El foco en la región, más que ambiental, es social”

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Micaela Rizo Patrón es una de las principales voces sobre sostenibilidad en la región. Gerente General de Perú Sostenible, la especialista conversó con SIMALCO acerca de los principales retos que enfrenta Latinoamérica en términos de sostenibilidad, el papel que tiene la empresa privada en este camino y qué nos espera en América Latina rumbo al 2050. 

 

¿Qué papel debería de tener la sostenibilidad en una empresa?

 Lo primero es que esté dentro del mismo enfoque del negocio, de la estrategia central. No se trata de algo aislado, o de un área de Responsabilidad Corporativa como se creía antes, sino que debe ser parte integral de cómo el negocio planea ser sostenible a largo plazo. Y esto, a nivel de la práctica o de cómo se desarrolla, debe pertenecer a un propósito claro, a una interconexión y una mirada de largo plazo que conecte con los aspectos ambientales, sociales, de gobernanza y económicos de la empresa.

Hay un artículo de John Elkington, publicado en Harvard Business Review, que plantea que los líderes empresariales usen diferentes enfoques para explicar la sostenibilidad dentro de los diferentes negocios y según el enfoque que elijan, pueden direccionar hacia donde van sus soluciones o cómo plantean avanzar con el negocio. Estos seis enfoques son 1) tiempo, que puede ser a corto, mediano o largo plazo; 2) diseño, que es un cambio de una economía linear o circular del negocio; 3) moral, qué es lo correcto o no, qué conecta más con la ética; 4) valor, cómo se genera valor compartido con la sociedad, 5) recursos, como usamos los recursos que tenemos, tendencias de prácticas de ecoeficiencia, de cómo consumo mis recursos; y 6) abundancia, que está enfocada al IOT y a las soluciones más exponenciales.

 Eso sirve para entender cómo la sostenibilidad debería conectar con el negocio y dependiendo del enfoque que uno elija lo va a llevar a la práctica mejor y puede tener diferentes soluciones. Es clave cuestionarse eso.

 ¿Qué debería tener en cuenta una empresa al momento de establecer un plan de sostenibilidad?

 El punto de partida es tener este propósito claro, que va más allá de la rentabilidad y que apunta hacia dónde se quiere impactar. No es solamente hacer plata sino cómo se quiere conectar. Para eso es esencial, como ejercicio y como un punto de partida importantísimo, hacer una matriz de materialidad que implica saber y conocer bien cuáles son tus grupos de interés como empresa (inversionistas, clientes, colaboradores, proveedores, entre otros, según el negocio en el que estés) e identificar cuáles son los temas críticos para la operación del negocio y para la percepción de estos temas de interés. Y tienen que basarse en criterios ESG, y vas marcando en tu matriz y priorizando los temas críticos que tienes que atender. Para una empresa de tecnología, por ejemplo, ¿el uso del agua es importante? En general, sí, pero no es crítico para la operación, como lo es el uso de la energía. Entonces, esta matriz te ayuda a priorizar, a tener más trazabilidad y extender tus prioridades con tu grupo de interés.

 

¿Cuál crees que es el principal error que comenten las empresas de la región al momento de establecer sus planes?

Creo que no hacer lo anterior. Declarar algo o plantear algo por moda o por tendencia. Tienes que entender bien tu negocio, saber cómo conectas, cómo impactas y cómo dependes el sistema. Yo creo que es clave mirar hacia adentro, reflexionarlo.

 

¿Cuáles son los principales retos que enfrentamos como región?

El Foro Económico Mundial saca un reporte anualmente en el que compara o marca los principales riesgos globales en torno a impacto y probabilidad. Los categoriza en económicos, ambientales, geopolíticos, sociales o tecnológicos. Es interesante ver que desde hace 10 años se ve una evolución: antes eran más riesgos económicos o sociales. En los últimos años, desde el 2019 aproximadamente, se empieza a ver que los más probables y de mayor impacto son los riegos ambientales.

 A nivel mundial se habla mucho del cambio climático, es un tema vinculado al sector financiero y cómo están midiendo este riesgo, pero creo que, claramente, lo que vemos hoy día en nuestra región, es el tema social. Antes de la pandemia lo vimos en Chile, hoy lo estamos viendo en Perú. Hay un foco importantísimo para aprender con respecto a la percepción de las desigualdades y las necesidades básicas insatisfechas. El foco en la región, más que ambiental, es social.

Un reporte interesante es el Sustainable Development Report que mide cómo avanzan los países en cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, y Perú aparece en rojo en 6 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), que quiere decir que hemos retrocedido en algunos casos y no vamos a cumplir la meta para el 2030. Estos son Salud y bienestar; trabajo decente y crecimiento económico; la reducción de desigualdades; vida marina; vida terrestre; y paz, justicia e instituciones sólidas.

En Perú, hoy estamos viendo este tema crítico con mucha pena y vemos el impacto que tienen de paralizar a todo el país. Es algo fundamental consolidarnos con una institucionalidad democrática, sana, sólida y no tan frágil.

 

En ese sentido, ¿qué país de la región consideras que tiene un camino más avanzado y por qué?

En términos ambientales, creo que Colombia viene muy bien en cuanto a las finanzas verdes, a marcar la pauta de cómo conecta con los negocios y cómo hay incentivos para acceder a financiamientos e inversiones vinculadas a un crecimiento más verde, sobre todo en el marco del cambio climático y la huella de carbono. Chile también viene avanzando, pero no al ritmo de Colombia.

En el ámbito social, un ejemplo valioso para mirar es México, con respecto a cómo culturalmente hay una identidad más cuajada, al orgullo nacional, hay menos discriminación en ese sentido. Hay un orgullo bonito mexicano que siento que en Perú no lo vemos. Por el contrario, hay una desconexión entre regiones que todavía se siente y es bien dolorosa. Necesitamos cuajar este concepto de identidad nacional.

¿Hacia qué país debemos mirar como ejemplo de sostenibilidad en el mundo?

Costa Rica tiene un buen enfoque de ecoturismo y toda su conexión con la naturaleza, y esa es su principal ventaja competitiva. Entonces, mueven la economía con eso. Es de la región, pero considero que se puede poner como un ejemplo mundial.

También hay varios países europeos que claramente lideran esta lista: Dinamarca, Suiza, Suecia, Inglaterra, Francia, Finlandia, Noruega, Alemania. Lo puedes ver por temática, hay unos muy avanzados en reciclaje, otros muy avanzados en política y cómo se involucran en los aspectos de cambio climático a nivel global, en el tratamiento de aguas, energías renovables. Dependiendo de la problemática podemos mirar ejemplos muy buenos sobre todo en Europa, más que en otra zona.

 

En el caso de Perú Sostenible, ¿cuál es su papel como soporte de un proceso de transformación en el país?

Nacimos en los 90s, saliendo de la época del terrorismo, justamente con una visión de país al año 2021. Se juntó un grupo de empresarios para plantear esta visión habiendo recorrido y recogido retroalimentación de todas las regiones para plantear una idea consensuada: un Perú pacífico, próspero, justo y democrático como norte. Este norte fue básico para guiar la acción y el compromiso empresarial en esa dirección. Entonces, hoy día, esa misma visión—que renovamos cuando cambiamos el nombre—continúa siendo válida y vigente.

Tener un norte claro de hacia dónde queremos llegar como país y lo que implica el desarrollo sostenible para ese camino. Tenemos 17 objetivos de desarrollo sostenible como esta guía que nos lleva a todos los temas que hay que atender para llegar al 2030.

Hoy somos una red de empresas, más de 80 en más de 20 sectores, que dan el ejemplo y marcan la pauta en temas de sostenibilidad. Nuestro rol como institución es articular la actividad empresarial, con gobiernos, agencias de las Naciones Unidas, llegando a las regiones. Buscamos promover más acciones en línea para promover el desarrollo sostenible del país.

Tenemos tres líneas de acción: conectamos con diferentes plataformas a nivel internacional, somos el representante de Perú ante el consejo mundial empresarial de desarrollo sostenible, conectamos con el emprendimiento social y ambiental con la plataforma Kunan, y conectamos a las empresas entre sí y todos los aprendizajes cruzados que pueden tener.

Cuando hablamos de transformación, queremos darles herramientas a las empresas para avanzar en los indicadores de sostenibilidad, tenemos diferentes programas y espacios que activamos. Hoy, trabajamos en rutas sectoriales con 10 sectores priorizados y eso sirve de punto de partida para ver hacia dónde queremos ir.

Además, buscamos visibilizar el impacto positivo que tiene la empresa como motor de desarrollo en el país.

 

¿Cómo podemos hacer para que la sostenibilidad, más que un reto, se convierta en una oportunidad para las empresas?

Empezar a verlo como una inversión, dejar de verlo desde una visión de corto plazo, de cuánto me cuesta. Algo valioso de los aprendizajes que nos ha traído la pandemia es que las empresas que ya tienen un enfoque de sostenibilidad y lo practican han sido más resilientes. Contar con ese propósito, con ese norte claro que te guía, te permite levantarte un poco más rápido después de la crisis. Verlo como una inversión es clave.

 

En cuanto a los objetivos de sostenibilidad en la región, ¿cuáles consideras que son los prioritarios?

Los seis en los que Perú está en rojo: Salud y bienestar; trabajo decente y crecimiento económico; la reducción de desigualdades; vida marina; vida terrestre; y paz, justicia e instituciones sólidas.

Estas diferentes movilizaciones que venimos viendo son parte de entender cómo podemos avanzar con un desarrollo más inclusivo en todo nivel como región.

¿Cómo ves a la región para el 2050?

Si algo soy, es optimista. Como región, siento que tenemos un montón de ventajas competitivas a nivel mundial, somos un foco de biodiversidad. Sobre todo, en Perú, hay una sensación de emprendedurismo, de innovación, que tiene el peruano que es increíble y creo que vincular eso con la economía circular, y que así venga un desarrollo mucho más integrado entre sectores y oportunidades puede ser clave. El peruano es un emprendedor nato. Todos los emprendimientos sociales que vemos en Kunan creo que van a trascender al 2050.

También creo importante y veo con optimismo que logremos tener una identidad más cuajada. Que logremos reconciliarnos con esta identidad, apreciando y valorando nuestra diversidad cultural, sobre todo.

 A diferencia de Europa y Estado Unidos, creo que en la región hay más flexibilidad para avanzar y para transformar, lo cual puede ser una ventaja: hay menos rigidez en el sistema y podemos avanzar más rápido para lograr hacer los cambios necesarios hacia la sostenibilidad.

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