Según el informe mundial sobre la discapacidad publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial en 2011, se estima que alrededor del 15% de la población mundial vive con alguna forma de discapacidad. De hecho, un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad en América Latina y el Caribe indica que solo el 20% de las personas con discapacidad en la región tienen trabajo remunerado, en comparación con el 60% de las personas sin discapacidad.
En respuesta a esta necesidad, nació hace 10 años Incluyeme.com, una iniciativa que conecta a personas con discapacidad con empleadores en Latinoamérica. La plataforma tiene como objetivo promover la inclusión laboral de personas con discapacidad y reducir la brecha de desempleo y subempleo que enfrenta este grupo en la región. A través de Incluyeme.com, los candidatos con discapacidad pueden crear un perfil en línea que destaque sus habilidades, experiencia laboral y necesidades de adaptación, y buscar oportunidades de trabajo que se adapten a sus habilidades y preferencias. Al mismo tiempo, los empleadores pueden publicar ofertas de trabajo en línea y buscar candidatos con discapacidad que se adapten a sus necesidades de contratación.
“Hoy en Latinoamérica se estima que hay un 15% de la población con discapacidad y el 75% se encuentra desempleada. En términos regionales, sería como que todo Perú esté desempleado en Latinoamérica. Son cifras impactantes y esta realidad es a nivel global”, enfatiza Santiago Libertella, director comercial de Incluyeme.
¿Cómo se creó Incluyeme.com?
En principio se creó como una plataforma donde personas en búsqueda de empleo que tenían algún tipo de discapacidad cargaban su CV y las empresas en búsqueda de talento cargaban sus oportunidades de empleo y así se conocían.
Hoy somos una organización que trabaja por la inclusión social y laboral de personas con discapacidad enfocada en varios ejes de trabajo: cultura inclusiva, accesibilidad digital, temas de marketing inclusivo o innovación.
¿Cuál es el alcance regional de la iniciativa?
Hoy tenemos presencia en 11 países de Latinoamérica y esa base de candidatos que empezaron a cargar sus currículos, hoy es la más grande de Latinoamérica. Son más de 240 mil personas con discapacidad registradas en nuestra plataforma y tenemos la experiencia de haber trabajado con más de 600 empresas en toda la región, que son empresas habitualmente multinacionales, acompañándolas a hacer cada vez más inclusivas sus acciones.
¿Cuál es el mayor reto que tenemos actualmente al momento de hablar de inclusión?
Yo creo que es la falta de información acerca de la temática. Siempre digo algo que a mí me llevó mucho tiempo pensarlo y hasta el día de hoy me genera ganas de seguir trabajando. Si tú te pones a pensar a lo largo de tu vida con cuantas personas con discapacidad participaste en la universidad o el colegio, probablemente me dirás o muy poquitas o ninguna.
A lo que voy con esto es que no estamos acostumbrados ni naturalizamos la participación de personas con discapacidad en los ámbitos en los cuales participamos.
Si no estamos habituados, nos falta mucho todavía porque no están incluidas en la naturalidad de nuestras actividades diarias. Entonces, el principal obstáculo es naturalizar la participación de personas con discapacidad y que todas las personas sepamos que una discapacidad no va a limitar a la persona en su desarrollo, tanto personal como profesional. Tenemos que derribar mitos para después seguir construyendo países y un mundo más inclusivo en nuestras acciones.
¿Sientes que Latinoamérica está más atrasado que otras regiones en temas de inclusión?
La problemática es a nivel global. Lo que sucede es que hay países que están más adelantados en algunas acciones, otros en otras. Incluyeme tiene 10 años de experiencia, y hace 8 años atrás te aseguro que nadie nos atendía el teléfono. Hoy, el tema está mucho más en la agenda de las organizaciones. Eso significa que el compromiso cambió y esa es una buena señal. Eso no es una moda, es un modelo de llevar adelante las organizaciones del futuro y es algo que valoran mucho los actuales colaboradores de las empresas.
Aparte del banco de trabajo, también dan formación a las personas con discapacidad.
Nosotros a partir del 2019 fuimos identificando esta falta de posibilidades para estudiar de las personas con discapacidad, por distintos motivos. Muchas veces por falta de dinero, porque las universidades o casas de estudio no son accesibles, o porque los profesores o materiales de estudio no están preparados para personas con discapacidad. Es bastante más complejo. Entonces, empezamos haciendo una formación en habilidades técnicas en temas de atención al público y habilidades comerciales, con un proyecto en México. Capacitamos a 150 personas con discapacidad y el 70% consiguieron un empleo. Entonces, dijimos, “¡Wow! Tal vez es un poco más lento, pero formar para potenciar es el camino para aquellas personas que no tuvieron oportunidad”.
Nosotros trabajamos con muchas empresas de tecnología que en el 2020 nos decían que necesitaban gente formada en temas de IT. Entonces, armamos un proyecto con el BID y la Universidad Tecnológica Nacional Argentina, para formar a personas con discapacidad en tecnología. Así empezó nuestro proyecto que se llama, “Desarrolla tu futuro”. Son cursos cortos y se va progresando.
También brindamos otro tipo de capacitaciones, para puestos más operativos o entry level, que son posiciones que tal vez empresas necesitan contrataciones masivas y con pocos requisitos de estudios o experiencia previa. Y ese lo utilizan las organizaciones como un pool de talento para ingresar a la compañía.
¿Crees en la importancia del trabajo como factor de inclusión social?
El trabajo nos define como personas y nos da la posibilidad de desarrollo personal. Nos da acceso al dinero, y éste lo usamos para lo que nosotros creemos, nuestra casa, nuestros estudios, nos da independencia. Para todas las personas es importante el trabajo. Toda esta población que tiene una discapacidad y no tiene un empleo, no puede proyectar su vida. Entonces, es importante para todos y es necesario apoyar a estas poblaciones que se les está complicando el acceso al mercado laboral.
Se habla mucho de inclusión, pero muchas veces, en las empresas, se queda en la intención o en “la foto”, ¿cómo pasamos a una inclusión real?
Creo que es seguir acompañando a las empresas para que sigan madurando en estos temas. Antes se hablaba de proyecto. Pero formar a una empresa inclusiva no es un proyecto, es un modelo de negocios, es ahí cuando cambia.
Muchas veces son bajadas globales que dicen, “Tenemos que empezar a ser inclusivos”. Entonces, hago una charla o contrato a una persona, y ya soy inclusivo. Era tarea de recursos humanos. Pero ser una empresa inclusiva no es solo tarea de un área, todas las áreas están involucradas, y ahí es cuando se genera el cambio.
Yo he visto personas con discapacidad jubilarse en el mismo puesto en el que entraron a trabajar. Entonces, no hay desarrollo de carrera, venimos 20 años atrasados. La generación actual, nos movemos de trabajo cada 3 o 4 años. Eso es lo que queremos ver con la población de personas con discapacidad, que se empiecen a mover, que tengan desarrollo de carrera, que sean tenidos en cuenta para todo. Que si una persona se va del trabajo sea para seguir creciendo. Tenemos que lograr ese cambio de mentalidad.
Hace poco hicieron una alianza estratégica con Google.
Nos comprometimos junto a Google a formar a 600 mujeres con discapacidad en temas de tecnología. Es un proyecto excelente desde nuestro punto de vista y en donde trabajamos la interseccionalidad, a una persona con discapacidad y mujer se le multiplican esas barreras para acceder al mundo laboral, y más al mundo laboral de tecnología.
Entonces, vamos a estar brindando cursos gratuitos durante todo este año, para acompañarlos a través de mentorías para que realmente tengan las herramientas necesarias para incluirse en el mercado de la tecnología.
Además, tenemos otra alianza con el BID para formar en tecnología a personas migrantes con discapacidad en Argentina y en Chile, para apoyar 200 o 300 personas con discapacidad en estos dos países.
¿Por qué son importantes este tipo de iniciativas? ¿Hacia dónde va Latinoamérica en cuanto a inclusión?
Son importantes porque generan un impacto en el negocio, y en las oportunidades. Vivimos en un mundo diverso, tenemos que aprender a ser inclusivos. La diversidad dentro una empresa genera mucha creatividad, sin dudas, va a impactar en el negocio.
Latinoamérica viene con muy buena proyección. Sin duda hay cada vez más empresas que dan sus primeros pasos, el tema es mantenerlo en el tiempo, no con acciones aisladas sino tener proyectos a largo plazo, con planes de trabajo a largo plazo y que, en algún momento, me encantaría, que Incluya desaparezca, porque ahí es cuando el problema se termina, poque las personas con discapacidad ya no tendrán problema para desarrollarse.