
El multimillonario adquirió la red social finalizando un largo y complicado proceso de compra que llegó a los tribunales.
Tras varios meses de incertidumbre, Elon Musk finalmente adquirirá los activos de la red social Twitter.
Con el tweet “the bird is freed”, una foto de él mismo cargando un lavabo, y el cambio en su perfil a “Chief Twit”, Musk finalizó la transacción por 44 mil millones de dólares, que se cierra un día antes del plazo establecido que, legalmente, hubiese vencido hoy, viernes 28 de octubre a las 5pm.
Con el anuncio del acuerdo, se difundieron también varios despidos de alto perfil dentro de la compañía, entre los que destacan el CEO Parag Agrawal, el director de finanzas Ned Segal y otros puestos claves. Aún no se han anunciado las posibles sucesiones y hay varios cargos medios en la plataforma social que temen posibles despidos masivos.
Esta adquisición es el inicio de un nuevo camino para Elon Musk, que deberá mejorar algunos procesos de la red social para hacerla más rentable en el ciberespacio. Uno de los aspectos que necesita revisión es la moderación de contenidos, un problema que trae consigo bajas tasas de inversión publicitaria y reduce sus ingresos. Además, hay una reducción de interacciones desde cuentas grandes, un detalle que impacta el tiempo de permanencia de los usuarios. Adicionalmente, se ha notado que el contenido pornográfico y el destinado a criptoactivos crece considerablemente.
Anteriormente, Musk ha señalado su interés en crear una plataforma X, que replique a WeChat en occidente, reuniendo cientos de servicios que mantienen al usuario mucho tiempo en actividades comerciales, personales, educativas y administrativas dentro del entorno. Para poder desarrollarla, Elon Musk deberá desarrollar relaciones comerciales con iOS y Androide. En ese sentido, el socio más difícil es Apple.
Hasta el momento, no se han difundido detalles sobre el desarrollo de esta aplicación o sobre qué otros medios formarán parte del servicio. Lo cierto es que la decisión de Musk, además de terminar con un proceso de compra que ha sido tedioso, largo y complicado, es el inicio de una nueva aventura comercial para el multimillonario.