
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de revocar el derecho constitucional al aborto en ese país ha abierto un debate mundial al revertir un precedente legal de 50 años. Ahora, es decisión de cada Estado legislar independientemente sobre el derecho de las mujeres a terminar voluntariamente sus embarazos, y podrían restringir o prohibir del todo los abortos.
En respuesta a este fallo en contra de los derechos reproductivos de la mujer, docenas de empresas han dado un paso al frente anunciando que respaldarán el derecho a la salud de sus empleadas, incluyendo las interrupciones de embarazo, costeando los gastos de viaje de las trabajadoras que tengan que desplazarse a otros estados para abortar. Algunas de las compañías que se han sumado a esta iniciativa son Amazon, Apple, Microsoft, JP Morgan, Airbnb, Banco de América, Disney, H&M, Meta, Netflix, PayPal, Goldman Sachs, Starbucks, Patagonia, Tesla, Uber y Yelp, entre otras. Ante esta medida, ya se discute si será posible que estos negocios sean penalmente sancionados, teniendo en cuenta que, a la fecha, la decisión del alto tribunal ha permitido que trece estados activen leyes que restringen el aborto y es posible que a éstas se sumen por lo menos una docena más.
Pero la lucha aún continúa. El presidente Joe Biden acaba de firmar un decreto destinado a proteger el derecho al aborto, que, además, busca fortalecer la protección a mujeres que necesiten cruzar líneas estatales para hacerse el procedimiento, el acceso a anticonceptivos y las medidas que protejan la privacidad de las pacientes, pronunciándose contra un fallo que describió como “terrible, extremo y totalmente equivocado”. La decisión constitucional estadounidense podría, incluso, ejercer influencia sobre la legalización del aborto en toda América Latina, una región a la cual le ha costado lograr pequeños avances en su lucha por defender los derechos reproductivos de la mujer.