Francisco Errandonea

"No creemos en las automatizaciones en servicio al cliente. En nuestros canales de atención contestan seres humanos"
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Francisco Errandonea

Cofounder SoyFocus.

Después de un pasado totalmente tradicional en la banca, Francisco y sus dos socios, Rafael y Eugenio, apostaron por mezclar la tecnología en inversiones con la atención personalizada a sus clientes. El resultado es una fintech regulada, que hoy fusiona con éxito lo mejor de dos mundos, el establecido y el disruptivo. En esta edición de Meet the C-Suite conocemos el camino de emprendimiento que ha transitado Francisco para crear SoyFocus.


Por SIMALCO Brandlink

Algunos dicen que la vida empieza a los 40. Y otros que en los 40 se produce una crisis existencial. Y parece que ese número ha sido clave en la vida de Francisco Errandonea – casado, dos hijos, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile- pues su emprendimiento fintech registró un 40% de rentabilidad en uno de sus tres fondos.

La plataforma que utiliza lenguaje sencillo y con un bajo cobro por comisión inicia el año con un balance positivo, nació con la idea de educar en temas financieros a los chilenos y democratizar las inversiones, permitiendo que cualquier persona invierta de forma online, simple y personalizada.

– ¿Cómo llegaste a emprender y por qué en ese rubro?

Estuve bastantes años trabajando en el Grupo Santander, partí de analista saliendo de la Universidad y de ahí fui avanzando hasta que llegué a ser gerente general de la corredora de bolsa, puesto en el que estuve cerca de tres años hasta que decidí cambiar de rumbo.

– Esto sucedió justo cuando cumpliste 40 años, edad en la que mucha gente dice que hace cosas como comprarse un auto deportivo…


La verdad es que venía desde hacía un tiempo con ganas de hacer algo propio. De hecho, con un grupo de amigos nos juntábamos de forma bastante amateur una vez a la semana y hacíamos planes, pero nada resultaba, porque creo que nada funciona si uno no le pone todo el empeño a lo que hace. Pero, además, estando en un trabajo bueno tampoco hay esa necesidad de avanzar tan rápido.

Entonces, sumado a eso, empecé a ver que había varias cosas cambiando a la industria en la que se estaba: aparecieron las criptomonedas y muchos temas que relacionaban tecnología y finanzas, que me parecían interesantes de explorar, pero no me daba el tiempo para hacerlo de manera seria con un trabajo formal. Así que me decidí a estudiar de lleno lo que estaba pasando y ver si existía alguna oportunidad de hacer algo propio. Además, mis motivaciones estaban en no quedarme atrás y tenía esa sensación de que no quería llegar a jubilarme y pensar que nunca lo había intentado.

– ¿Cómo llegaste a armarlo todo con tus socios?

Mientras pensaba todo, me topé con uno de mis actuales socios, Rafael, y nos dimos cuenta de que pensábamos lo mismo y luego llegó Eugenio, también muy interesado en el tema que veíamos no estaba resuelto, que es cómo uno atiende en servicios financieros a las personas naturales, que no son de alto o altísimo patrimonio. Los tres nos habíamos conocido en el grupo Santander y habíamos sido compañeros de universidad con Rafael.

Pero SoyFocus no partió como hoy. Comenzó relacionado a las criptomonedas, pero luego empezamos a iterar la idea, pues las criptomonedas nos parecía que tenían vértices que no nos hacían mucho sentido y yo había visto esto de la inversión robotizada, entonces decidimos atender el tema del ahorro de las personas y de eso hace ya casi tres años.

– ¿Tú creaste entonces un robo-advisor o consejero robotizado, con Inteligencia Artificial?

Así es. Algo sabía de programar desde la universidad, refresqué mis conocimientos, me actualicé, tomé un curso de inteligencia artificial y matemáticas y desarrollé el primer robot que fue la base con que partimos. Hoy el robot está siendo perfeccionado, pero luego uno se da cuenta de que el tema de armar una empresa va más allá de la elección del portafolio. Una empresa como esta tiene desafíos comerciales, legales, de personas, de desarrollo. Pero partió con esa idea, con el desarrollo de este robot, esa fue la idea original del proyecto.

– Tu industria está bastante regulada. ¿Cómo fue ese proceso?

El proyecto tuvo una incubación bastante larga, justamente porque tomó bastante tiempo en obtener las aprobaciones regulatorias.

Después hicimos levantamiento de capital y una vez que hicimos ese levantamiento de capital inicial pedimos la autorización a la CMF (Comisión del Mercado Financiero de Chile). La verdad, regularse no es barato ni es fácil. Nosotros estuvimos meses con gente contratada y no podíamos operar, porque no teníamos el sello regulatorio. Fue más largo de lo que esperábamos, porque además cambiaron el proceso para la autorización justo en el medio de nuestro trámite, que se demoró cerca de nueve meses y nuestro primer día recibiendo clientes en términos formales fue recién el 18 de octubre de 2019.

– Esa fecha es importantísima en Chile, pues al día siguiente ocurrió lo que se conoce como el “estallido social”.

Sí, pero lo bueno es que con el tiempo resultó ser súper potente, pues tuvimos rápidamente que adaptarnos para que la empresa funcionara de forma remota.

– En muchos sentidos, en Chile se dice que el estallido fue una especie de preparación para lo que ocurrió después, con la pandemia.

Nosotros ya teníamos gente en tecnología trabajando fuera de Santiago y algunos fuera de Chile. Entonces, tanto el evento de octubre como la pandemia, nos pillaron relativamente bien aspectados porque teníamos los sistemas para funcionar en cualquier parte del mundo.

Dicho eso, la verdad es que sentimos que habíamos tenido mucha mala suerte. Pero, por otro lado, creo que se abren oportunidades. Creo que para nosotros tanto el estallido social, como el coronavirus nos permitió avanzar rápido, porque perdimos el miedo a hacer las cosas de manera tecnológica. Fue desafiante, pero finalmente logramos sacarlo adelante.

– ¿Cómo fue armar el equipo para ustedes?

Una de las cosas que tiene el moverse desde una empresa grande a una nueva es que la grande invisibiliza una serie de cosas. En nuestro caso, al ser founders de SoyFocus, todo el reclutamiento lo tuvimos que hacer nosotros, de la selección, el proceso completo y eso hubo que generar prácticas, una serie de cosas al principio que no fueron tan sencillas.

Y el otro tema es que somos una empresa donde más de la mitad de la gente es tecnológica y hay una demanda brutal por desarrolladores y gente relacionada a la tecnología que a nosotros sí nos afectó en un momento.

Hoy tenemos un equipo super bueno, latinoamericano, trabajando desde distintos países y así hemos logrado solventar este déficit. En general en Chile no es que haya déficit de gente trabajando en tecnología, sino que la demanda subió tanto que no nos alcanza la cantidad de gente desarrolladora que hay en Chile y eso es un tema que creo que vamos a vivir durante mucho tiempo. Pero hoy ya al menos tenemos equipos razonablemente completos para los desafíos que tenemos hacia adelante.

BUSCANDO UN CAMINO PROPIO

Francisco Errandonea explica que sus mayores dificultades estuvieron en no solo definir el modelo legal y de trabajo para su fintech. También estuvo todo el proceso de levantamiento de capital – han tenido tres rondas hasta la fecha – y de aceleración. Ninguno de ellos fue el típico que siguen las startups. Nuevamente, por su historia.

Ahí se fueron por alcanzar a las redes que conocían desde su paso por la banca

Analizamos bastante el tema de entrar en Corfo o aceleradoras; el problema que tiene eso es que postular bien requiere harto trabajo también. Entonces tomamos una decisión: o entramos por esa vía, o nos apalancamos en nuestra experiencia laboral para producir esto. Y en esa experiencia laboral estaban las redes que nosotros, los tres socios, trabajamos durante nuestros quince años en instituciones financieras relevantes. Y ahí hubo mucha conversación, mucho de juntarse con gente, de pedir consejos, que también ayudó al proceso de levantamiento de capital.

– De todos modos, ¿sufrieron un poco en esa etapa de levantamiento de capital? ¿fue muy difícil?

Quien dice que levantar capital es fácil, como dicen los gringos es ‘económico con la verdad’. No es un proceso sencillo y si bien yo creo que en nuestro caso logramos levantar un monto relevante con respecto a no tener nada, es un proceso que emocionalmente es muy difícil de manejar y además tiene una característica y es que, en general, todos aceptan o nadie acepta (….) entonces uno tiene que lograr que una persona se convenza y ahí van llegando los demás, como un dominó. Eso emocionalmente es súper difícil de manejar, porque tu cabeza se vuelve tu peor enemigo y uno piensa su idea es terrible y el otro día que es magnífica, y también conoces mucha gente de muy buenas intenciones que dice que le interesa el proyecto y después nunca cierra.

– Pero pudieron…

Al final un día se alinearon los astros y se cerró el levantamiento de capital y lo logramos hacer con gente súper buena. Pero básicamente todo el proceso es menos glamoroso de lo que parece, hay harto sufrimiento.

– ¿Quiénes son tus principales financistas hoy?

Nosotros tenemos bastantes: están el grupo Claro, de Matías Claro y Jorge Claro, que eran los antiguos dueños del canal del fútbol. También está la familia controladora del grupo GTD, está Taram, que es un fondo de VC, más Antonio Gil ex gerente general de Moneda, y Max Israel director de los hoteles Atton más familiares y amigos. Diría que tenemos un grupo bien entretenido de gente que confió en nosotros y siguen confiando en SoyFocus.

ATENCION HUMANA


– Ustedes en la práctica son fintech, pero eligieron irse por el camino de la regulación a empresas financieras tradicionales. Eso es difícil cuando eres pequeño y nuevo.

Es que creo que es el estándar que uno debe tener. Yo siempre he dicho que cuando uno maneja plata de terceros en esta industria en general se cree que esa plata es un número en una planilla de Excel y ya, pero en realidad no es eso: es plata que nuestros clientes y clientas dejaron de lado. Ellos confiaron en nosotros y esa plata son horas de trabajo, son potenciales sueños. Entonces el error para nosotros es mucho más caro que para un delivery que te manda mayonesa cuando querías mostaza.

A nosotros nos han preguntado muchas veces está en discusión en el Parlamento el proyecto de ley fintech nos afecta mucho y no es mucho porque somos una fintech que funciona bajo las mismas reglas que tienen los competidores tradicionales, pero al mismo tiempo somos una fintech porque gran parte del equipo es de tecnología, porque no tenemos sucursales de atención al público, porque atendemos online, pero funcionamos bajo las reglas de los bancos

Uno de sus fondos rindió por sobre el 40% en 2021. ¿Esperaban esos resultados?


Cuando uno mira bastantes métricas, el 2021 fue un año bastante bueno para la inversión global. Lo que nos sorprendió es que le sacamos alta rentabilidad al resto de la industria y eso no creo que pase todos los años, pero sí debiera pasar en el largo plazo, porque nosotros tenemos dos características: cobramos mucho menos que la industria en promedio y por otro lado, tenemos una forma de inversión basada en este robot, cuyas decisiones no son afectadas por las emociones. En general, las malas decisiones tienen que ver mucho con temas emocionales y aunque nos cueste a nosotros seguirlo al pie de la letra, ayuda bastante.

– Pero 2020 y 2021 han sido años anormales, además…

En marzo del año 2020 en general el mundo se veía muy negativo. Muchos amigos míos solo querían vender, liquidar, pero en general nosotros no movimos mucho las inversiones y cuando la economía empezó a mejorar el mercado también y eso nos ayudó a ser súper disciplinados. Creo que nadie [en esta industria] puede predecir el mercado, solo que nosotros lo reconocemos. Y en ese momento nos ayudó bastante hacerlo así. Por otro lado, cuando las bolsas subían mucho tampoco cambiábamos mucho la estrategia, invirtiendo en las cosas que subían, que es un error muy típico, sino que nos hemos mantenido relativamente constantes. Entonces esa rentabilidad por sobre el 40% creo que fue un año bueno aunque anormal, pero sí creemos que vamos a seguir rentando en periodos más largos por sobre la competencia.

– ¿Cómo ven la recuperación en 2022?

Yo creo que este escenario es mucho mejor que el que se preveía en marzo 2020 que era una economía que iba a demorar muchos años en recuperarse. Ahora lo que vemos es que hay que vivir las consecuencias del corto plazo, porque se inyectaron una serie de cosas para que la economía, ‘el enfermo’, se salvara. Un tema que está haciendo ruido últimamente es el geopolítico; Ucrania, eso hay que mirarlo con más detalle, porque puede destruir esta recuperación mundial, especialmente vía aumento de los precios de los combustibles, pero yo lo veo bien. Creo que hoy estamos mucho mejor parados de lo que creíamos que íbamos a estar en marzo de 2020.

– ¿Cómo es la vinculación con clientes? porque dijiste que no tienen oficinas, pero tu dijiste que la gente está depositando en ustedes sus sueños…

Eso para nosotros es vital, no creemos en las automatizaciones en servicio al cliente, contestan seres humanos, tenemos un chat y un email en la página que lo contestan seres humanos y tenemos muchas veces gente que, por ejemplo, nos han pedido ver la oficina, les hemos hecho un par de tours, hacemos videollamadas, estamos muy cerca. Respondemos en menos de minuto y medio las preguntas de las y los clientes… y para nosotros es un foco fundamental, porque es ahí donde hacemos la diferencia. Nosotros escuchamos, atendemos, y respondemos, pero la única diferencia es que no hay una sucursal, pero atendemos de la misma manera o de mejor manera y es la razón que la mayoría de los clientes nos han dicho cuando se mueven desde una institución tradicional a la nuestra es que los atienden muy bien. Acá no hay preguntas tontas, somos super transparentes y respondemos en tiempo y forma todo lo que las personas nos preguntan, porque como dije antes ellos no son números en una planilla.

– ¿Hay planes para salir de Chile? ¿A qué mercados?

Queremos abrir operaciones en un segundo país, ojalá la primera parte del año, pero estamos viendo varias alternativas. El tema, nuevamente, es que dada la industria en la que estamos el tema regulatorio es una espina que hay que sacarse bien. Entonces estamos con un par de equipos viendo alternativas.

– ¿Qué otras aspiraciones tiene SoyFocus para los próximos años?

Estamos ampliando el scope, el ámbito de la compañía a la salud financiera, nosotros de hecho esa era la razón por la que hicimos la empresa- que es la salud financiera- va mucho más allá del ahorro, tiene que ver también con mis decisiones de deuda, en Chile hay mucho desconocimiento de los productos de deudas y se ocupan mucho, hay mucha gente que ocupa tarjeta de crédito para proyectos que va a pagar en un par de meses, eso es carísimo. Y nosotros estamos desarrollando ese producto, vamos a lanzar ahora un producto que asociado con empresa para ayudar a los trabajadores y trabajadoras a mejorar su salud financiera.

– ¿Siempre ligado a proveer servicios financieros a más personas, más democráticamente?

Eso nos motiva, el poder asesorar. La gran diferencia de atención en la industria financiera chilena, especialmente en el mundo de las personas, no es necesariamente las comisiones más bajas, la gran diferencia es que la gente requiere asesoría. Nadie puede dedicarse un día entero al computador a hacer cuentas o comparar créditos, que son procesos áridos, y nosotros queremos ayudar a eso, queremos dar el nivel de servicios que por ejemplo tiene una persona en banca privada, poder dar ese set de servicio, esa asesoría y ese acompañamiento a personas, independiente del monto que ahorren. Nuestra obsesión es emparejar la cancha por el lado de asesorar a las personas, no que un médico tenga que aprender finanzas, eso no tiene ningún sentido.

– ¿Tú crees que Chile ahora es un país bueno para emprendedores, para emprender?

Chile tiene una serie de empresas que han sido líderes y vemos que vienen otras compañías en una especie de ola de emprendimiento que este país no tenía hacía mucho tiempo. Es cierto que el país está en un proceso de reflexión hoy respecto de cómo nos vamos a conducir en los próximos años [por la nueva Constitución], pero ese proceso hay que dejarlo en su cauce. Creo que hoy, a diferencia del pasado, hay mucha más aceptación social, más instrumentos y formas de financiamiento en Chile para el emprendimiento y esto solo va a crecer, independiente de la discusión más estructural que tiene el país. Veo difícil que esta ola de emprendimiento que ha tenido Chile se vaya a frenar de manera radical.

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