En China, un hombre de 36 años se ha convertido en el primer receptor de un chip diseñado para inhibir la necesidad de consumir alcohol. El dispositivo, implantado quirúrgicamente, libera en el organismo naltrexona, una sustancia usada normalmente en tratamientos contra la adicción para prevenir recaídas.
El paciente, con problemas de alcoholismo desde hace 15 años, se sometió a mediados de abril a una operación de unos cinco minutos en la provincia de Hunan, en el marco de un ensayo clínico supervisado por el exvicepresidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, Hao Wei. Está previsto que el implante luche contra el impulso de beber del paciente durante cinco meses.
Este chip es una innovación que podría cambiar la vida de las personas que luchan contra la adicción al alcohol en el mundo. Según un estudio de la publicación científica “The Lancet”, China registró algo más de 700,000 muertes en 2017 por causas relacionadas con el alcohol, 650,000 de las cuales fueron de hombres.
En Latinoamérica, el alcoholismo es un problema de salud pública que afecta a millones de personas. Según la Organización Panamericana de la Salud, en la región se consumen anualmente más de 4 litros de alcohol puro por persona, lo que representa un consumo mayor que el promedio mundial. Además, se estima que el 5,5% de las muertes prematuras en Latinoamérica están relacionadas con el consumo de alcohol.
El alcoholismo puede tener graves consecuencias físicas y psicológicas, y puede afectar negativamente a la vida personal y laboral de quienes lo padecen. Sin embargo, existen tratamientos y terapias efectivas que pueden ayudar a las personas a superar la adicción al alcohol.
El chip implantado en el paciente chino es un ejemplo de cómo la ciencia y la medicina continuan buscando nuevas soluciones para ayudar a las personas que luchan contra esta y otras adicciones. Es importante seguir investigando y desarrollando nuevas terapias para tratar y prevenir el consumo excesivo de alcohol en todo el mundo.