A pesar de los avances, hay aún muchos temas por resolver en el debate por los derechos de la mujer.
Latinoamérica ha experimentado un progreso significativo en la lucha por la igualdad de género en los últimos años, con avances importantes en la educación, la política y el acceso a la salud. Sin embargo, aún existen sectores en los que la brecha de género es alarmante.
Uno de estos sectores es el mercado laboral. Aunque las mujeres representan casi la mitad de la fuerza laboral en la región, las oportunidades de empleo y la remuneración siguen siendo desiguales en comparación con los hombres. Las mujeres tienden a ocupar trabajos precarios y mal remunerados, y son más propensas a trabajar en el sector informal. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en América Latina y el Caribe, las mujeres ganan un 17% menos que los hombres, lo que equivale a unos 98 mil millones de dólares al año en pérdida de ingresos para las mujeres.
Otro sector es la política. Aunque se han logrado avances significativos en la participación política de las mujeres en la región, todavía hay una falta de representación femenina en los cargos de toma de decisiones. En América Latina y el Caribe, solo el 29% de los escaños en los parlamentos nacionales están ocupados por mujeres, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Además, las mujeres enfrentan obstáculos en el acceso a la financiación de sus campañas políticas y a los recursos necesarios para lograr el éxito en sus carreras.
A pesar de los avances en la región con respecto a la educación de las niñas, todavía hay un número significativo de niñas y mujeres que no tienen acceso a la educación, especialmente en áreas rurales y marginales. Además, las mujeres están subrepresentadas en áreas de estudio como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), lo que limita sus oportunidades de empleo en estos campos en rápido crecimiento.
El acceso a la salud es otro sector en el que la brecha de género sigue siendo significativa. Las mujeres tienen un acceso limitado a servicios de salud sexual y reproductiva, como la anticoncepción y el aborto seguro. En muchos países de la región, como El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, o el aborto está prohibido en todas las circunstancias, aún si la vida de la madre está en peligro. Esto significa que las mujeres que buscan un aborto seguro a menudo recurren a métodos peligrosos e ilegales. Además, la violencia de género sigue siendo un problema grave en la región, con altas tasas de violencia sexual y doméstica contra las mujeres.
También es importante mencionar que la brecha de género no afecta a todas las mujeres por igual. Las mujeres indígenas, afrodescendientes y LGBTIQ+ enfrentan desafíos y discriminación adicionales debido a su identidad de género, orientación sexual, raza y etnia. Estas mujeres a menudo tienen que pelear contra factores como racismo estructural, la marginación, como exclusión social, violencia y discriminación laboral, los esterotipos de género o su cultura y tradiciones.