A pesar de los desafíos en cuanto a atención médica y cuidado de la salud en Latinoamérica, es alentador ver que la expectativa de vida en la región ha aumentado significativamente en las últimas décadas.
La expectativa de vida es un indicador clave del bienestar humano y es un reflejo del progreso que una sociedad ha logrado en términos de atención médica, nutrición y estilo de vida saludable. En Latinoamérica, la expectativa de vida ha aumentado significativamente en las últimas décadas gracias a la mejora en las condiciones de vida, los avances médicos y la conciencia sobre la salud.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la expectativa de vida promedio en Latinoamérica y el Caribe es de aproximadamente 76 años. Si bien esta cifra está por encima de la media global de 73 años, es importante tener en cuenta que hay grandes variaciones entre los países de la región. Por ejemplo, en países como Chile y Costa Rica, la expectativa de vida es de alrededor de 80 años, mientras que en países como Haití y Bolivia es de alrededor de 70 años.
A pesar de estas variaciones, es alentador ver que la expectativa de vida en la región ha aumentado significativamente en las últimas décadas. De hecho, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la expectativa de vida en la región aumentó más de 20 años entre 1950 y 2020, pasando de 48,6 a 71,1 años. Con base en las proyecciones de edad de la ONU, se espera alcanzar casi el doble para 2050, alcanzando los 80,6 años en promedio.
Sin embargo, a pesar de estos avances, hay desafíos significativos que enfrenta Latinoamérica para seguir mejorando la salud y la esperanza de vida de su población. Uno de los desafíos más importantes es el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardíacas, que son responsables de la mayoría de las muertes.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se espera que el número de personas con ECNT en la región aumente en un 21% para el año 2030. Esto es preocupante, ya que estas enfermedades están estrechamente relacionadas con el estilo de vida poco saludable y son prevenibles en gran medida mediante cambios en la dieta, el ejercicio y otros hábitos saludables.
En cuanto a las cifras y estadísticas de salud en Latinoamérica, es importante mencionar que la región todavía enfrenta grandes desigualdades en términos de acceso a la atención médica y la cobertura de seguro de salud. Según la CEPAL, en muchos países de la región, la mayoría de la población no tiene acceso a servicios de atención médica básica. Además, el acceso a servicios de salud de calidad varía ampliamente entre países y regiones, con áreas rurales y remotas a menudo siendo las más afectadas. Asimismo, aunque muchos países de la región han introducido reformas para mejorar la cobertura de seguro de salud, la CEPAL informa que, en 2019, solo el 30% de la población de América Latina y el Caribe estaba cubierta por seguros de salud públicos y el 24% tenía seguros de salud privados. Esto deja a una gran proporción de la población sin acceso a servicios de salud de calidad y protección financiera en caso de enfermedad o accidente.
La CEPAL también destaca las desigualdades significativas en términos de acceso a la atención médica y la cobertura de salud entre diferentes grupos socioeconómicos. En muchos países de la región, las personas de bajos ingresos y las comunidades indígenas y afrodescendientes tienen menos acceso a servicios de salud y están menos protegidas financieramente en caso de enfermedad. Esta desigualdad es, sin duda, un factor que afectaría el promedio de la expectativa de vida regional al largo plazo.