
Son pocos los pacientes latinos que se animan a participar en ensayos clínicos e investigaciones. Esta falta podría ser la causa de que el número de enfermos de cáncer en Latinoamérica continúe en ascenso.
La participación de los latinos en investigaciones y ensayos clínicos es crucial para mejorar la prevención y el tratamiento del cáncer. Sin embargo, históricamente, los latinos han sido menos propensos a participar en estos estudios que otras comunidades.
Esta falta de participación puede tener graves consecuencias para su salud, ya que, según reportes publicados por CNN, el cáncer fue la principal causa de muerte entre los hispanos antes de 2020. De hecho, datos de la Organización Mundial de la Salud evidencian que en América Latina y el Caribe, el cáncer es la segunda causa de muerte en las personas de hasta 19 años. Alrededor de 29 mil niños son diagnosticados cada año con diversos tipos de cáncer, como la leucemia, el linfoma, tumores de sistema nervioso central, el tumor de Wilms y la retinoblastoma. Esta es una de las razones por las cuales la participación de la población latina en ensayos médicos es sumamente importante para descubrir nuevas formas de tratar la enfermedad.
Uno de los principales obstáculos para la participación en este tipo de investigaciones es la desconfianza en el sistema de atención médica y la historia de la explotación médica en la comunidad latina. Esta desconfianza puede dificultar el proceso de afiliación a estas intervenciones médicas, incluso cuando el resultado pueda ser beneficioso para la comunidad. Además de su importancia para el avance en la prevención y el tratamiento del cáncer, la participación en investigaciones y ensayos clínicos es también un buen indicador de la calidad de la atención médica que reciben los pacientes. Desafortunadamente, los latinos a menudo enfrentan desigualdades en la atención médica, incluida la falta de acceso a la atención preventiva y la atención inadecuada. Estas desigualdades pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer y disminuir las posibilidades de sobrevivir a la enfermedad.
Para aumentar la participación de los latinos en investigaciones y ensayos clínicos, es importante abordar tanto las desigualdades en la atención médica como la desconfianza en el sistema, proporcionando información clara y precisa sobre los estudios y cómo participar, involucrando a comunidades y líderes latinos en la difusión de información y en la toma de decisiones sobre la investigación y garantizando que los investigadores y las instituciones respeten los acuerdos.
Transmitir la experiencia hispana al tratamiento de cáncer podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte.