Esta semana el Congreso chileno aprobó la reducción de la semana laboral de 45 a 40 horas, seis años después de que fuera propuesta por el Partido Comunista. La nueva ley, que será promulgada por el presidente Boric, se implementará gradualmente. En el primer año, la jornada laboral será de 44 horas, luego disminuirá a 42 horas en el tercer año y finalmente llegará a las 40 horas en un plazo de cinco años.
La medida ha sido bien recibida por la Organización Internacional del Trabajo, ya que permite a Chile alinearse con los estándares que promueve la organización. Fabio Bertranou, director de la OIT para el Cono Sur de América Latina, ha destacado la importancia de esta ley en la legislación laboral de Chile y en la región, ya que son pocos los países que han adoptado este estándar.
Chile se convierte así en el tercer país de América Latina en aprobar la semana laboral de 40 horas, después de Ecuador y Venezuela. El gobierno ha presentado la medida como una iniciativa a favor de la familia y para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, algunas pequeñas empresas y trabajadores han manifestado su preocupación sobre cómo se pagarán las horas extras y cómo se abordará el trabajo informal, que actualmente alcanza el 27,3% y escapa a la ley.
En este sentido, Bertranou ha señalado que la informalidad laboral en Chile es baja en comparación con otros países de la región, por lo que considera que la nueva ley no tendría un impacto considerable en los empleados informales.
Más allá de las horas de trabajo en Latinoamérica, la OIT señala que la región tiene una cultura laboral en la que se valoran las largas jornadas de trabajo y donde se considera que trabajar más horas es sinónimo de mayor productividad.
Según el informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: tendencias 2021” de la OIT, en 2020 la región de América Latina y el Caribe registró una disminución de las horas trabajadas debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la organización destaca que esta disminución no se tradujo en una reducción de la carga laboral, ya que muchos trabajadores se vieron obligados a realizar trabajo remoto desde sus hogares.
La OIT también señala que la región enfrenta desafíos importantes en materia de cumplimiento de la legislación laboral. Según el informe “Panorama Laboral 2020” de la organización, en muchos países de la región la legislación laboral no se cumple de manera efectiva debido a la informalidad y la falta de inspecciones y sanciones adecuadas.