La empresa de envíos colombiana Inter Rapidísimo y la agencia Brave Colombia lanzan un packaging que es capaz de transformarse en comida para peces. Esta innovadora creación busca solucionar el tema de los desechos de plástico que afectan el medio ambiente.
La contaminación del mar en América Latina es un problema grave y complejo que afecta a la salud humana, la biodiversidad marina y la economía de la región. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Georgia, América Latina es la segunda región del mundo con más plástico que termina en el océano, después de Asia. Se estima que se vierten alrededor de 1,3 millones de toneladas de plástico al año en los océanos de la región. Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la contaminación del mar puede tener un costo económico para la región de hasta 8.000 millones de dólares al año.
Es por estas razones que esta nueva iniciativa podría ser una solución viable para hacer frente a la contaminación. Las bolsas propuestas por Inter Rapidísimo están hechas a base de almidón de yuca que al contacto con el agua se convierte en comida para peces. Esta iniciativa se enmarca en la regulación colombiana, donde se prohíbe la fabricación, importación, comercialización y distribución de plásticos de un solo uso.
En general, las bolsas de plástico convencionales hechas de polietileno de baja densidad (LDPE) tardan entre 100 y 400 años en descomponerse en el medio ambiente. Sin embargo, durante ese proceso, el plástico se descompone en pequeñas partículas conocidas como microplásticos que pueden persistir en el medio ambiente durante siglos y tienen un impacto negativo en la fauna marina y en la salud humana.
Las bolsas hechas de almidón de yuca son compostables y disolubles y pueden resistir hasta 3 kilos. De acuerdo con los fabricantes, este producto se descompone 1,500 veces más rápido que una bolsa tradicional de plástico.
Como parte de este lanzamiento, la empresa de envíos colombiana también ha diseñado una campaña para explicar el efecto que los desechos plásticos han tenido en la naturaleza colombiana.
Esta iniciativa no es nueva. En 2019, Kevin Kumala, un biólogo y activista ambiental indonesio creó una bolsa biodegradable y compostable. Al igual que la iniciativa colombiana, esa bolsa está hecha de almidón de yuca, que es un recurso renovable y abundante en Indonesia y otros países tropicales. El proceso de producción de la bolsa es bastante sencillo y utiliza ingredientes naturales y no tóxicos.
Desde entonces, Kumala ha fundado una empresa llamada Avani Eco, que produce y comercializa bolsas y otros productos biodegradables y compostables hechos a base de almidón de yuca. La empresa ha recibido varios premios y reconocimientos por su innovación y su compromiso con el medio ambiente.
Esta iniciativa es un ejemplo de cómo se pueden desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles para reducir el impacto ambiental de los productos de plástico convencionales. Es importante fomentar el desarrollo y la adopción de alternativas sostenibles en todos los ámbitos de la sociedad para reducir nuestra dependencia del plástico y proteger el medio ambiente.