
Según un informe publicado por la CEPAL, esta variación porcentual obedecería en gran parte al incremento de precios.
El valor de las exportaciones latinoamericanas creció un 20% en 2022, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Este incremento se debería en gran medida a la subida de los precios (14%), pero también por la expansión del volumen vendido (6%).
De acuerdo con la institución, la reactivación del turismo y el alza de los hidrocarburos, serían algunos de los motivos para este segundo crecimiento anual consecutivo. El sector servicios aumentó un 45% las exportaciones en la región. Además, las mayores alzas de las exportaciones las registran Trinidad y Tobago (69%), Venezuela (63%), Colombia (49%) y Guyana (45%), todos países productores de hidrocarburos.
De acuerdo con el informe, la Unión Europea está entre los principales socios comerciales de la región, y sus importaciones crecieron un 26%, mientras que la compraventa intrarregional también se expandió un 22%. Asimismo, las exportaciones a China se desaceleraron, con un aumento de 8%.
En el informe presentado, la Cepal aclaró que la mejora en las cifras de exportación en los últimos dos años fue causada por factores exógenos y no «por la capacidad de la región para aumentar la producción ni por diversificar las exportaciones hacia nuevos sectores».
«Hay que revitalizar la integración regional e implementar políticas de fomento productivo para dinamizar las exportaciones manufactureras», se precisó en el documento. «Es preciso avanzar hacia un mercado regional amplio y estable mediante iniciativas de convergencia regulatoria, uso estratégico de las compras públicas y mejora de conectividad”.
Asimismo, la CEPAL informó que el valor de las importaciones de la región aumentó en un 24%, resultado que también obedece al incremento de precios. Un factor para revisar es la gran dependencia de Latinoamérica del abastecimiento externo de productos estratégicos como medicamentos y dispositivos médicos, o fertilizantes, situación que se vio agravada en los últimos años por la crisis del COVID19 y de la guerra en Ucrania.