
De acuerdo con los estudios, en la región existen más de 17 millones de pequeñas y medianas empresas, la mitad de ellas fundadas y dirigidas por mujeres. Esto equivale al 25% del producto bruto interno.
El Banco Mundial ha difundido que el emprendimiento femenino en América Latina llega al 50%. Según esta data, en países como Guatemala, Colombia o México lideran las empresarias femeninas, lo que ha evidenciado una necesidad de aumentar sus capacitaciones, inclusión y financiamiento.
Según la institución, la falta de oportunidades laborales ha estimulado el espíritu de emprendimiento en la región, especialmente en las mujeres. De acuerdo con un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, a raíz de la pandemia, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo cayó al 46% y el desempleo subió al 12%. Además, se estima que uno de los principales problemas que experimentan las mujeres es que siguen asumiendo la mayor parte de las labores domésticas: se estima que pasan tres veces más tiempo que los hombres realizando trabajo no remunerado, como cuidado de niños o adultos mayores.
En respuesta a esta situación, el número de mujeres latinoamericanas que decide abrir un negocio propio va en ascenso. De acuerdo con el estudio Global Entrepreneurship Monitor, en la región existen 17,217,911 pequeñas y medianas empresas y la mitad de ellas son fundadas y dirigidas por mujeres. Esto suma un 25% del producto interno bruto.
Desafortunadamente, las mujeres también sufren discriminación con respecto al acceso a un financiamiento adecuado para sus emprendimientos y negocios. Las inversiones en empresas de mujeres son aún muy poco representativas dentro de la inversión de impacto. De acuerdo con el informe de CEPAL, solo el 22% se realiza en empresas con al menos una mujer fundadora, y si se consideran todas sus fundadoras mujeres, el porcentaje se reduce a 8%. Según datos de la Corporación Financiera Internacional, apenas el 20% de las compañías de capital de riesgo y capital privado en la región tienen un equipo de liderazgo senior con equilibrio de género.
Sin embargo, un sondeo de la consultora McKinsey reveló que las compañías con mayor representación femenina que cotizan en bolsa, obtienen un rendimiento 44% superior sobre las inversiones y márgenes hasta 47% más altos. Además, de acuerdo con reportes de la Alianza Financiera de las Mujeres, las clientas tienen tendencias superiores de ahorro además de representar menos riesgo crediticio que sus pares masculinos.