El ayuno intermitente es una práctica en la que se alternan períodos de ayuno y alimentación normal. Esta práctica ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus posibles beneficios para la salud y su capacidad para ayudar a perder peso.
El ayuno intermitente puede tomar muchas formas, pero las más comunes incluyen el método 16/8, en el que se ayuna durante 16 horas y se come durante las 8 horas restantes, y el método 5:2, en el que se come normalmente durante cinco días y se restringen las calorías a un 25% de la ingesta diaria recomendada durante dos días. Otros métodos incluyen el ayuno completo durante uno o dos días a la semana, y el ayuno en días alternos.
Numerosos estudios han investigado los posibles beneficios de esta práctica. Una revisión de estudios publicada en 2017 encontró que el ayuno intermitente puede ayudar a perder peso, mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Otro estudio encontró que el ayuno intermitente puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, algunos estudios han encontrado resultados mixtos, y se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos del ayuno intermitente en la salud.
El ayuno intermitente también ha ganado popularidad como una estrategia para perder peso. Un estudio de 2014 encontró que el ayuno intermitente puede ser efectivo para perder peso y grasa corporal en adultos con sobrepeso y obesidad. Otro estudio de 2016 encontró que el ayuno intermitente puede ser tan efectivo como la restricción calórica diaria para perder peso a largo plazo.
Las estadísticas también sugieren que el ayuno intermitente es una práctica en aumento. Según una encuesta de 2018 realizada por la Asociación Nacional de Nutricionistas de Estados Unidos, esta práctica fue la dieta más popular entre los nutricionistas encuestados. Otro estudio de 2019 encontró que el 16% de los adultos estadounidenses la había intentado en algún momento.
Sin embargo, el ayuno intermitente no es adecuado para todos. Las personas con trastornos alimentarios, diabetes, enfermedad renal o hepática, y mujeres embarazadas o lactantes deben evitarlo o buscar la orientación de un profesional de la salud antes de intentarlo. También es importante recordar que esta no es una solución mágica para la pérdida de peso o la mejora de la salud, y que una dieta equilibrada y el ejercicio regular siguen siendo fundamentales para la salud y el bienestar a largo plazo.