El género neutro o no binario es una identidad de género que no se adscribe estrictamente a las categorías tradicionales de masculino o femenino. Las personas no binarias pueden experimentar su identidad de género de diversas formas, y pueden identificarse como una combinación de géneros, sin género o con un género distinto al masculino o femenino.
El reconocimiento y la visibilidad del género no binario es un fenómeno que ha ido ganando atención y aceptación en las últimas décadas. Aunque las identidades no binarias han existido a lo largo de la historia en diversas culturas, la inclusión del género no binario dentro del grupo LGTBI+ es un desarrollo más reciente. Según datos del diario El País, en la actualidad uno de cada cuatro menores de 30 años no se identifica al 100% como “hombre” o “mujer”.
El movimiento por los derechos LGTBI+ comenzó a cobrar fuerza en las décadas de 1960 y 1970, principalmente en países occidentales. En ese momento, la lucha se centraba principalmente en la despenalización de la homosexualidad y la lucha contra la discriminación basada en la orientación sexual. A medida que este movimiento se fue expandiendo y desarrollando, se produjo una mayor comprensión y reconocimiento de las diversas identidades de género. A partir de la década de 1990, las personas transgénero y sus derechos comenzaron a recibir más atención y apoyo, lo cual allanó el camino para una mayor aceptación y visibilidad de las identidades no binarias.
En el aspecto laboral, existe el reto permanente de crear un entorno seguro, respetuoso y acogedor para todas las identidades de género. Algunos espacios de trabajo están adoptando medidas para ser más inclusivos y respetuosos con las diversidades, mientras que otros aún están en proceso de adaptación. Sin embargo, hay algunos ejemplos de países que han tomado medidas para reconocer legalmente el género no binario y promover la inclusión en los espacios laborales.
Un caso destacado es Canadá, donde en 2017 se introdujo una opción de género “X” en los documentos de identidad, como pasaportes y tarjetas de seguro social, para reconocer a las personas no binarias. Esto ha tenido un impacto en la inclusión laboral y ha llevado a algunas empresas canadienses a actualizar sus políticas y prácticas para respaldar a los empleados no binarios.
En Latinoamérica, un ejemplo notable es Argentina, que en 2012 se convirtió en el primer país de América Latina en permitir la opción de género “X” en los documentos nacionales de identidad. Esta medida ha allanado el camino para una mayor visibilidad y reconocimiento de las personas no binarias en diferentes aspectos de la sociedad, incluido el ámbito laboral. Asimismo, en marzo de este año, la Corte Constitucional de Colombia ordenó a la Registraduría que incluyese la categoría del género ‘no binario’ en los documentos de identidad de la ciudadanía.
Para abordar los desafíos en el ámbito laboral, es importante que las organizaciones fomenten una cultura inclusiva que valore la diversidad de identidades de género. Algunas acciones que pueden ayudar son implementar políticas y prácticas inclusivas que reconozcan y respeten las identidades de género no binarias, ofrecer capacitación y programas de sensibilización para educar a los empleados sobre las identidades de género no binarias y cómo crear un entorno inclusivo, asegurar que los formularios y documentos de recursos humanos incluyan opciones de género no binario y permitan a las personas expresar su identidad de género de manera auténtica, y fomentar redes de apoyo y grupos de afinidad para las personas no binarias y otras identidades de género diversas en la organización. Asimismo, tener en cuenta las necesidades de las personas no binarias en aspectos como el código de vestimenta, los baños y las instalaciones en el lugar de trabajo e investigar y abordar cualquier forma de discriminación o acoso basado en la identidad de género no binaria de manera proactiva.
Cabe resaltar que al tomar estas medidas, las organizaciones promueven un ambiente de trabajo inclusivo y equitativo para todas las personas, independientemente de su identidad de género.