El Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra trabajando en una plataforma que permita la realización de transacciones internacionales utilizando monedas digitales emitidas por los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). Establecer normas claras para el desarrollo e intercambio de las monedas digitales emitidas por los bancos centrales resulta crucial para aprovechar plenamente su potencial y promover transacciones internacionales eficientes y justas, brindando beneficios como inclusión financiera y reducción de costos en las remesas. Además, respaldar las CBDC con activos financieros sólidos asegurará su estabilidad y confianza en el mercado.
En una conferencia de prensa, la institución destacó la importancia de establecer un marco regulatorio común para las monedas digitales, que fomente la interoperabilidad a nivel global, evitando así la fragmentación y promoviendo transacciones eficientes y justas. En caso de no lograr un acuerdo sobre una plataforma común, existe el riesgo de que las criptomonedas ocupen ese vacío.
Actualmente, existen 114 bancos centrales que se encuentran explorando las CBDC, con alrededor de 10 de ellos habiendo alcanzado un nivel avanzado en su desarrollo.
La FMI enfatizó que el desarrollo de las CBDC solo a nivel nacional supone una subutilización de su potencial. Además, resaltó que las CBDC podrían contribuir a fomentar la inclusión financiera y reducir los costos de las remesas, que actualmente representan un promedio del 6.3% del monto transferido, equivalente a 44,000 millones de dólares anuales.
La organización también subrayó la importancia de respaldar las CBDC con activos financieros sólidos. Asimismo, señaló que las criptomonedas pueden ser una oportunidad de inversión cuando están respaldadas por activos, pero se convierten en inversiones especulativas cuando carecen de ese respaldo.
El desarrollo de las monedas digitales de los bancos centrales presenta varios desafíos importantes que deben abordarse adecuadamente. Entre ellos, garantizar un alto nivel de seguridad para proteger los activos digitales, las transacciones y la información personal; marcos legales y técnicos para garantizar la privacidad de los usuarios, el control sobre sus datos y evitar el uso indebido de la información; accesibilidad para todos los sectores de la sociedad, incluidos aquellos que no tienen acceso a servicios financieros tradicionales o que enfrentan barreras tecnológicas; e interoperabilidad y estándares y protocolos comunes para facilitar la comunicación y la integración entre diferentes plataformas y sistemas.
Además, la implementación de las CBDC plantea desafíos en términos de diseño de políticas monetarias y regulatorias efectivas. Se deben establecer mecanismos claros para controlar la emisión, la oferta y la demanda de las CBDC, y garantizar su coexistencia con otras formas de dinero y sistemas financieros existentes. Las CBDC podrían tener implicaciones para el sector financiero actual, incluidos los bancos comerciales y las instituciones financieras. Es necesario abordar cómo las CBDC interactuarán y coexistirán con los sistemas financieros, evitando la desestabilización o la concentración excesiva del sistema.