El otoño en Latinoamérica se caracteriza por tener días más cortos y noches más largas, temperaturas más frescas y una menor cantidad de lluvias en comparación con la época de verano. Durante esta estación también se puede notar un cambio en la vegetación, ya que las hojas de los árboles comienzan a cambiar de color y caer, lo que crea una atmósfera más cálida y acogedora en la mayoría de los países.
Para los amantes del vino, el otoño es una época del año ideal para disfrutar de una copa junto a amigos o familiares en una cena o evento especial. ¿Cuál es la mejor opción? Acá te dejamos algunas ideas para celebrar el cambio de estación.
- Vinos tintos con cuerpo: Los vinos tintos con cuerpo son una excelente opción para el otoño, ya que suelen ser más intensos y complejos. Algunos buenos ejemplos podrían ser el Cabernet Sauvignon, el Malbec, el Syrah o el Tempranillo. Marídalos con comidas de sabores fuertes, como carnes rojas, guisos especiados y quesos.
- Vinos blancos con cuerpo: Aunque los vinos tintos son los más populares en otoño, los vinos blancos con cuerpo también pueden ser una buena opción. Un ejemplo de esto podría ser el Chardonnay, que es un vino blanco con mucho cuerpo y sabor. Este vino generalmente marida bien con mariscos y pescados grasos como el salmón, la trucha o el atún.
- Vinos con especias: En otoño, los sabores y aromas de las especias son muy populares. Los vinos que tienen notas de especias, como canela, clavo de olor o pimienta negra, pueden ser una excelente opción. El vino caliente o mulled wine es una opción muy popular en esta época, combinado con alimentos típicos de la temporada, como galletas de jengibre o pan de especias, quesos suaves y frutos secos.
- Vinos fortificados: Los vinos fortificados, como el Oporto o el Jerez, son una excelente opción para el otoño. Estos vinos suelen tener un sabor más intenso y pueden ayudar a calentar en los días más fríos. Marida el primero con postres y chocolates oscuros, y el segundo con mariscos, pescados, carnes asadas y quesos fuertes.