
La plataforma Uber está siendo demandada en Estados Unidos por más de 500 mujeres que denuncian agresión sexual por parte de los conductores afiliados a esta aplicación.
Entre las acusaciones presentadas en la demanda por el bufete Slater, Slater, Schulman LLP, en San Francisco, se alega que, durante los viajes contratados a través de la aplicación, estas mujeres fueron “secuestradas, agredidas sexualmente, maltratadas sexualmente, violadas, encarceladas, acechadas, acosadas o atacadas de otra manera”.
Esta no es la primera vez que la empresa es litigada por cargos similares. La demanda asegura que la firma de San Francisco había recibido notificaciones de agresiones sexuales y violaciones a pasajeras desde 2014, pero que, pese a ello, los implicados continúan trabajando para Uber. En la última edición de su informe de seguridad, publicado a principios de junio, Uber dijo haber recibido 3,824 denuncias de agresiones sexuales graves en los años 2019 y 2020, cifra 38 % inferior a la registrada entre 2017 y 2018.
Los abogados aseguran que tienen más de 550 acusaciones en contra de Uber y se encuentran investigando activamente por lo menos 150 más. Anteriormente la empresa se ha defendido de los cargos alegando que los conductores son contratistas y no empleados directos. A pesar de esto, tienen el compromiso de realizar verificaciones de antecedentes a todos los asociados antes de iniciar el contrato laboral y una vez al año después de eso.
Esta noticia pone a Uber en el ojo de la tormenta nuevamente, a pocos días de que salieran a la luz varios documentos que aseguran que la empresa trabajó con prácticas -éticamente cuestionables e ilegales en su periodo de expansión, entre 2013 y 2017, bajo el liderazgo de su primer CEO, Travis Kalanick. Uber Technologies, Inc. es una empresa estadounidense proveedora de movilidad como un servicio, con sede en San Francisco. Alrededor del mundo opera en más de 900 áreas metropolitanas, incluyendo las principales ciudades de América Latina.