Un estudio recientemente publicado ha determinado que tan solo 11 minutos diarios de ejercicio pueden reducir significativamente el riesgo de muerte prematura y ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
El estudio, publicado en el British Journal of Sports Medicine, descubrió que una de cada diez muertes prematuras podría evitarse si las personas hicieran ejercicio durante 75 minutos a la semana, es decir, 11 minutos al día. Los resultados fueron aún mejores para aquellos que hacían ejercicio durante 150 minutos a la semana, o 30 minutos al día, cinco veces a la semana.
El estudio incluyó datos de más de 30 millones de participantes. Se encontró que niveles más altos de actividad estaban asociados con menores riesgos de mortalidad. Las personas que hacían 75 minutos de ejercicio de intensidad moderada a vigorosa cada semana tenían un 17% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares y un 7% menos de probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con aquellos que estaban sedentarios. Aquellos que hacían ejercicio durante 150 minutos por semana tenían un 27% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular y un 12% menos de riesgo de incidencia de cáncer.
Sin embargo, no vale exagerar. Hacer ejercicio entre 150 y 300 minutos cada semana solo tuvo pequeños beneficios adicionales, y cualquier diferencia al hacer ejercicio por más de 300 minutos a la semana era incierta, según los investigadores.
Este último estudio confirma hallazgos de muchos otros estudios que se han publicado recientemente: un estudio encontró que niveles más altos de ejercicio estaban asociados con menores tasas de hospitalización por ciertas condiciones, como diabetes y accidente cerebrovascular. Otro, encontró que se podrían prevenir más de 100,000 muertes anuales si las personas agregaran solo 10 minutos de ejercicio a sus rutinas diarias.
La idea de que el ejercicio rutinario puede prolongar la vida de las personas no es nueva. La actividad ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, disminuye el tejido graso y ayuda con la regulación hormonal y el sueño, factores que, en conjunto, mantienen a una persona más saludable. Además, las personas que se ejercitan pueden sentirse menos estresadas, deprimidas o ansiosas, y pueden sentirse más seguras o energizadas.