Redes de mujeres corporativas: una transformación definitiva a los espacios de trabajo

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Por Priscilla Zamora Politis, Gerenta general en Women in Management

 

Mucho se ha hablado de cómo la pandemia vino a flexibilizar la modalidad de trabajo, siendo hoy absolutamente reconocido el modelo híbrido o trabajo remoto. La crisis sanitaria evidenció también cómo las mujeres deben enfrentar un sinnúmero de responsabilidades más allá de lo laboral, puesto que son ellas quienes asumen en gran parte el cuidado de hijos e hijas, así como las tareas del hogar. Pero a la vez estamos avanzando hacia un mundo donde las diferencias y la identidad propia de las personas son cada vez más valoradas. Por eso más que nunca somos conscientes de que las estructuras corporativas -tal como las conocíamos hasta ahora- tienen que ser reformuladas. 

Las redes de mujeres como grupos de afinidad o ERG (employee resource groups) dentro de las organizaciones, constituyen el camino que nos permitirá construir mejores lugares de trabajo no sólo para las mujeres, sino que también para las disidencias y todas las personas. Considerados un refugio de pertenencia y solidaridad, los ERG proporcionan un espacio para que los empleados subrepresentados validen quiénes son.

¿Pero qué son los ERG? Son grupos voluntarios, coordinados y en los que participan empleados que comparten una misma característica, ya sea de género, etnia, afiliación religiosa, algún interés o estilo de vida. Tienen el objetivo de brindar apoyo y ayuda en el desarrollo personal o profesional, y crear un espacio seguro donde los empleados puedan aportar todo su ser.

Dentro de estos grupos de afinidad surgen las redes de mujeres (corporativas) en el trabajo, como espacios constituidos para darles el poder a las mujeres a través de la colaboración, conexiones sororas, nuevos conocimientos y celebración de la autonomía. En definitiva, fomentan el apoyo y el crecimiento de sus participantes, a nivel individual, interpersonal y estructural; y buscan desafiar las actuales relaciones de poder que generan brechas de género en el mundo laboral.

Las redes de mujeres son espacios diseñados para conocerse, más allá del rol como trabajadora, a través de encuentros que abren posibilidades de debate, cuestionamiento y aprendizaje, y donde poder compartir y conversar aquellos temas que las empoderan dentro de su núcleo laboral, familiar y social. Se caracterizan por la constancia y periodicidad de los encuentros, por generar el reconocimiento del valor del espacio, y traer a la superficie cosas que tenemos normalizadas, permitiendo entender que lo vivido no es sólo personal sino también estructural y sistémico.

Desde Women in Management hemos potenciado la creación, implementación y apoyo en la gestión de grupos de afinidades para mujeres en las organizaciones, porque consideramos que son diferenciadoras por incentivar espacios más horizontales y descentralizados, promoviendo por ejemplo la entrada de mujeres profesionales de todas las edades y distintos tipos de cargos en la empresa.Contribuye además a fomentar el capital social entre mujeres, que es justamente una de las desigualdades de género multifactoriales que dificultan el desarrollo de su empoderamiento económico. A largo plazo, estas redes buscan atender a sus intereses colectivos en conjunto con la mirada estratégica de la empresa con la que colaboran, por eso, si de verdad queremos acelerar el cambio estructural y cultural que está relacionado con la igualdad de género, se necesitan más empresas capaces y dispuestas a impulsar una participación activa, validar las experiencias personales, impulsar el activismo y justicia social, y permitir el desarrollo del pensamiento crítico y apertura de mente de todos sus colaboradores.

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