Salud ocupacional: Un enfoque preventivo

OPINIÓN - Por José Fernández Velásquez, médico y director de VMed, empresa prestadora de servicios de salud en Perú
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Cuando los médicos estudiamos medicina en pregrado, usualmente no recibimos instrucción especializada respecto de la influencia del trabajo en nuestra salud. Me hubiera gustado ser más consciente sobre esta realidad en un momento más temprano de mi educación profesional y no esperar hasta la educación de postgrado; sin embargo, poco a poco fui entendiendo que nuestro entorno laboral sí puede modificar nuestro estado de salud. Las preocupaciones institucionales usualmente van por el lado de objetivos empresariales, cifras macroeconómicas, resultados financieros; sin embargo, algo que debemos tener presente es que todo trabajo tiene influencia directa sobre el resultado de la salud de nuestros trabajadores. 

Podemos pensar que los puestos directivos y administrativos no están expuestos a riesgos ocupacionales, sin embargo, al estar sentados por periodos largos frente a la pantalla de la computadora, elaborando, analizando y revisando informes, o participando de reuniones de directorio. Esto acompañado, muchas veces, de una alimentación fuera de horario o por ingerir “snacks” entre comidas porque el tiempo nos gana. Todos estos son factores de riesgo que influyen sobre nuestra salud.  

Transcurren los días, las semanas y los años realizando el trabajo de esta misma forma y luego empezamos a sentir molestias musculares, como dolores en la espalda, molestias en el estómago, dolor de cabeza, fatiga acumulada, insomnio etc. Adicionalmente, se suman los factores de riesgo cardiovasculares, los que usualmente están presentes en este grupo de personas.

Los puestos operativos son quienes día a día desarrollan actividades y tareas rutinarias en las operaciones de nuestros negocios. Además de los riesgos para la salud ya descritos, también hay otros específicos de cada puesto laboral. Por ejemplo, en la minería y construcción tenemos que estar muy atentos al ruido que se genera, al polvo, las vibraciones, los químicos. Lo mismo ocurre en los sectores industriales y manufactureros, en los cuales, debemos cuidar mucho el trabajo repetitivo, manual, las cargas, etc.

Recientemente hemos atravesado una pandemia y se ha evidenciado lo vulnerables que somos frente a los riesgos biológicos. En tiempo récord se realizaron estudios del virus del SARS COV2 y de la COVID-19 dando como resultado recomendaciones internacionales promovidas por los diferentes organismos internacionales como el World Health Organization, la CDC de los US y la ECDC de Europa, entre otras. Estas recomendaciones han aterrizado planes, estrategias y políticas públicas en casi todos los países del mundo, para lidiar con el COVID19 con un enfoque preventivo, para ser implementadas no sólo en el trabajo sino en nuestra vida diaria. 

Cuando ingresábamos al supermercado, cuando visitábamos las clínicas y hospitales, al reactivarse los negocios de entretenimiento, restoranes y centros comerciales, existían protocolos para evitar la exposición al COVID19. Sin darnos cuenta hemos cumplido recomendaciones y protocolos de salud pública aterrizadas en la salud laboral, con el objetivo de prevenir el contagio. Medidas administrativas como el control de aforo para cumplir con el distanciamiento social, difusión de información sobre el virus y sus formas de transmisión y contagio. Se implementó y difundió el uso de mascarillas y otros equipos de protección personal biológico, más comúnmente conocido como EPP. Todas estas recomendaciones y actividades de prevención forman parte de la gestión de salud y seguridad en el trabajo, conceptos que ahora forman parte de la población como información general. 

De ahora en adelante, cuando ingresemos a los centros comerciales y recordemos que nos solían tomar las temperaturas al ingreso o que veamos algún individuo usando mascarillas, o miremos los acrílicos en las ventanillas de los bancos, sabremos que estas formaron parte de las estrategias de salud ocupacional para ayudar a reducir la propagación del SARS CoV2. Estaremos más conscientes del papel que desempeñó el profesional de salud ocupacional y que su estrategia de prevención es la mejor herramienta para el cuidado de nuestra salud. A partir de hoy les invito a identificar en los lugares que visiten, sea por motivo laboral o por motivos personales, las diferentes estrategias que las distintas empresas han implementado en aras del cuidado de la salud de sus trabajadores, y así animarlos a darle al área de salud de sus empresas los recursos necesarios para mejorar las medidas con las que actualmente se cuentan.

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