La industria del lujo ha experimentado muchos cambios en los últimos años y hoy vive varias tendencias significativas que están impactando su funcionamiento y desarrollo.
Atrás quedó el estilo extravagante y llamativo de los 70, con prendas de moda audaces, estampados psicodélicos y telas brillantes. O los 80, que fue una época de exceso y opulencia en el concepto de lujo, con moda extravagante, prendas voluminosas y colores brillantes. En los años 90, el lujo experimentó un cambio hacia la discreción y la sofisticación, y se valoraba la calidad atemporal y la elegancia sutil en la moda de marcas como Prada y Gucci. La atención se centró en los detalles y en la artesanía refinada. Hasta llegar al 2000, donde el lujo se volvió más accesible y diversificado donde la tecnología, las colaboraciones de marca y las experiencias de lujo personalizadas también se han vuelto prominentes.
Hoy, la industria está cambiando y vive varias tendencias que van modulando su futuro.
Si bien en el mercado global de lujo, Latinoamérica representa una parte relativamente pequeña en comparación con otras regiones, en los últimos años, ha habido un aumento significativo en la demanda de productos y servicios de lujo en la región. Según el informe “Bain Luxury Study 2021”, Latinoamérica experimentó un crecimiento de alrededor del 5% en el mercado de bienes de lujo en 2020, a pesar de los desafíos económicos y la pandemia de COVID-19. Brasil y México son los principales mercados de consumo de productos de lujo en Latinoamérica, según un informe de Euromonitor International, Brasil representó aproximadamente el 50% del mercado de bienes de lujo en la región en 2020. De acuerdo con el informe “Luxury Goods Worldwide Market Study” de Bain & Company, los consumidores latinoamericanos de lujo tienden a gastar más en productos de moda y accesorios, seguidos de cerca por los productos de belleza y fragancias. La expansión de la clase media y el aumento del poder adquisitivo en algunos países latinoamericanos han contribuido a este crecimiento.
Durante la pandemia de COVID-19, las ventas en línea se volvieron aún más importantes para la industria del lujo. Según el informe “Luxury Goods Worldwide Market Study” de Bain & Company, las ventas en línea representaron aproximadamente el 23% de las ventas totales de bienes de lujo en 2020. Se espera que las ventas en línea de bienes de lujo alcancen el 30% del mercado total para 2025.
En la actualidad hay también una mayor demanda de productos sostenibles. Según el informe “The Future of Luxury” de McKinsey, el 66% de los consumidores de lujo están dispuestos a gastar más en productos que sean sustentables. Las ventas de bienes de lujo sostenibles podrían alcanzar los 150 mil millones de dólares para 2025, según el informe “Sustainable Luxury” de Positive Luxury.
Otra tendencia creciente es la personalización y experiencia del cliente. Según un informe de Deloitte, el 36% de los consumidores de lujo están dispuestos a pagar más por productos personalizados y las marcas están invirtiendo en tecnologías y servicios para mejorar la experiencia del cliente, como aplicaciones móviles, realidad aumentada y servicios de conserjería personalizados.
Asimismo, los consumidores más jóvenes, especialmente los millennials y la Generación Z, están desempeñando un papel cada vez más importante en el mercado del lujo. Según el informe de Bain & Company, se espera que los consumidores menores de 40 años representen el 55% del mercado de bienes de lujo para 2025.
Estas tendencias están impulsando cambios significativos en la industria del lujo, lo que lleva a las marcas a adaptarse y transformar sus estrategias para satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.