Cada vez más, el consumo de la moda está ligado a la responsabilidad ambiental.
La moda es una de las industrias más contaminantes del mundo. De hecho, se estima que es responsable del 8% de los gases invernadero y del 20% del desperdicio de agua a nivel mundial. Es por ello que cada vez más empresas se suman a la tendencia de la moda sustentable y estos son cambios que veremos cada vez más en el 2023.
Uno de ellos es la confección de piezas de vestir hechas en telas sin plásticos. Los materiales sintéticos, como el poliéster, son derivados de combustibles fósiles y liberan microplásticos en el agua al ser lavados. Además, no son biodegradables, lo que significa que permanecen en la tierra durante cientos de años. Estos tejidos son de los más contaminantes, pero vienen siendo reemplazados por géneros naturales, como el algodón orgánico, y se espera que cada vez más empresas opten por usar estas telas en sus diseños.
Otra tendencia en ascenso es el pensamiento circular. Este movimiento consiste en que los materiales sean utilizados varias veces para reducir el impacto ambiental. Grandes cadenas, como la sueca H&M, asegura que puede separar y reciclar poliéster y mezclas de algodón a gran escala. Sin embargo, según reporta America Retail, el camino todavía es largo, ya que las marcas únicamente alcanzaron el 64 por ciento de sus metas de circularidad en 2020.
El proceso de teñido de las telas es otro punto para evaluar. Por lo general, este proceso es muy agresivo y genera una contaminación importante, por lo que es necesario que las empresas busquen alternativas que sean ecológicas y naturales.